Muchas veces cuando hablamos de salud se nos viene a la cabeza la idea de la actividad física, de la buena alimentación, e incluso del buen descanso. Sin embargo, hay algunas actividades, como todas las vinculadas con la música, que pueden ayudarnos a estar saludables emocionalmente.
En este sentido, se realizaron varios estudios científicos en todo el mundo para determinar cuáles son los beneficios para la salud que trae escuchar música, por ejemplo. El factor común de estas investigaciones es que la música hace que el cerebro libere dopamina generando una sensación de bienestar.
Es importante destacar que esto no solo sucede durante la escucha, sino también en los momentos previos. Además, hay estudios que detectaron que la música puede generar cambios en la frecuencia de los latidos del corazón, lo que es muy positivo para personas con ansiedad, ya que ayuda a la relajación.
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En algunos casos, este arte contribuye a la concentración y a la meditación. La música clásica, por ejemplo, tiene mucha popularidad en estos tiempos al ser utilizada de fondo para estudiar o para realizar acciones que requieran mucha atención.
Como si todo esto fuera poco, las melodías de las canciones que escuchamos frecuentemente también tiene mucha incidencia en el humor. En este sentido es utilizada en terapias para personas que sufren algunas dificultades en cuanto a la salud mental, como por ejemplo, niveles leves de depresión.
Algo que es necesario aclarar, es que, dependiendo del ritmo de las canciones que se escuchen, nuestro cerebro tenderá a reaccionar de formas determinadas. No tendrá los mismos efectos, por ejemplo, conducir escuchando música clásica, que hacerlo con heavy metal de fondo.
Algo difícil de olvidar
En las redes sociales se viralizaron en más de una oportunidad escenas muy conmovedoras que tienen a la música como gran protagonista, junto a personas que padecen serias dificultades de salud, como por ejemplo Alzheimer.
En este sentido, hay estudios que aseguran que el uso terapéutico de la música en estos pacientes mejora considerablemente sus habilidades sociales y cognitivas, al mismo tiempo que contribuye a disminuir la agitación.