Los ejercicios son una parte cada vez más fundamental en la vida de las personas y su importancia es mucho más notoria que antes. No solo colabora para un mejor aspecto, sino también, para una vida más saludable. La alimentación es fundamental, especialmente, los desayunos, pues son la comida principal del día.
Los ejercicios requieren disciplina y compromiso por parte del deportista, pero es solo una parte del conjunto de actividades que hay que llevar adelante para tener mejor salud. Tener en cuenta los desayunos y la alimentación en general, creará un círculo saludable en todos los sentidos.
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Como fue mencionado, los desayunos son primordiales en la vida saludable, pues son las comidas principales del día, en una rutina de actividades físicas durante la semana. Es razonable, entonces, considerar las mejores combinaciones de elementos para tener toda la energía.
Como regla general, se debe mezclar carbohidratos, proteínas, fibra, grasas saludables con una infusión. Se puede crear un cronograma para toda la semana, si es que se entrena cinco días a la semana, lo cual es lo más recomendable, pues el músculo también tiene que descansar.
Siguiendo la regla, el lunes podría ser unas tostadas, unos huevos revueltos, fruta, palta y un té cualquiera. Por supuesto, se puede cambiar cada elemento con una variante distinta, por ejemplo, en lugar de tostadas, galletas de arroz o en lugar de huevos revueltos, huevos hervidos.
Mucho del compromiso alimentario, es decir, las variaciones y cantidades, dependerán del tipo de ejercicio que se realice en la rutina de ese día, ya que podría mejorar el rendimiento del levantamiento de pesas en algunas ocasiones o si es que se ha elegido trabajo cardiovascular.
Consejos extra
Los ejercicios y la alimentación, como el caso de los desayunos, deben ser complementados con la correcta bebida de agua. Algunos expertos mencionan que hay que beber hasta 35 ml por cada kilo de peso del deportista. En una persona de 50 kilos, debería ser 1,7 litros, mientras que, en una de 80 kilos, 2,7 litros.
Por otro lado, no hay que restarle importancia al correcto descanso, pues los músculos requieren tiempo para repararse. En tal caso, se aconseja entrenar con rango de dificultad aceptable y razonable por 5 días y dejar 2 días de descanso que pueden coincidir con los fines de semana.