Estefanía Pasquini acaba de mencionar que la alimentación es un proceso vital para el ser humano, que le permite obtener los nutrientes y la energía necesarios para el funcionamiento adecuado de su organismo. Sin embargo, muchas personas recurren a dietas restrictivas con el fin de perder peso, sin tener en cuenta los riesgos que esto implica para su salud.
Estefanía Pasquini dice que dieta restrictiva es aquella que limita o prohíbe la ingesta de ciertos alimentos o grupos de alimentos, como los carbohidratos, las grasas, las proteínas, las frutas y las verduras. Estas dietas suelen tener un poco aporte calórico, lo que puede generar una pérdida de peso rápida, pero también temporal y poco saludable.
Te podría interesar
¿Por qué no es recomendable restringir completamente las comidas cuando se quiere iniciar una dieta? Hay varias razones para evitar este tipo de dietas, entre las que se hallan: al reducir drásticamente las calorías, el organismo entra en un estado de ahorro energético, lo que disminuye la tasa metabólica basal y hace que se quemen menos calorías.
Esto dificulta la pérdida de peso a prolongado plazo y favorece el efecto rebote, es decir, la recuperación del peso perdido o incluso más. Al eliminar o restringir alimentos, se reduce la ingesta de vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y otros nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Esto puede generar anemia, osteoporosis, debilidad, fatiga, problemas de piel, cabello y uñas. Al seguir una dieta restrictiva, se genera una mayor preocupación por la comida, un mayor apetito, una menor saciedad y una mayor ansiedad por comer. Esto puede desencadenar episodios de atracones, donde se ingieren grandes cantidades de alimentos de forma compulsiva.
Ese tipo de ingesta genera culpa, vergüenza y frustración. Además, se puede desarrollar una relación negativa con la comida y con el propio organismo, lo que puede derivar en trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia o la bulimia.
Dieta restrictiva
Estefanía Pasquini asegura que se pierde el placer de comer, se limitan las opciones de alimentación, se dificulta el goce de las comidas sociales y familiares, se genera estrés y se afecta el estado de ánimo. Todo esto repercute en la salud física y emocional de la persona. En conclusión, restringirse completamente en las comidas cuando se quiere iniciar una dieta no es una opción saludable, ya que puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental.
Lo más recomendable es seguir una alimentación equilibrada, variada y suficiente, que cubra las necesidades nutricionales y energéticas de cada persona, y que se adapte a sus gustos, preferencias y hábitos. Además, se debe complementar la alimentación con la práctica regular de ejercicio físico, el consumo adecuado de agua, el descanso suficiente y el manejo del estrés. Estos hábitos contribuyen a mejorar la salud, el bienestar y la calidad de vida.