El verano trae consigo días cálidos y soleados que nos invitan a aprovechar del aire libre. Sin embargo, este clima también puede afectar la salud de nuestras uñas, por lo que es necesario tener en cuenta ciertos cuidados básicos para evitar contraer hongos, los cuales veremos el día de hoy.
El verano y sus altas temperaturas pueden propiciar la acumulación de humedad, lo que crea un entorno propicio para el crecimiento de hongos. Lo ideal, es asegurarte de mantener tus uñas limpias y secas, especialmente después de sumergirte en agua, ya sea en la piscina o en la playa.
Te podría interesar
Un corte adecuado de las uñas es esencial para prevenir problemas. Utiliza un cortaúñas para darles forma y una lima para suavizar los bordes. Evita cortarlas demasiado cortas, ya que esto puede aumentar el riesgo de infecciones.
Durante el verano, no solemos usar calzado cerrado, pero es importante elegir aquellos que brinden una buena ventilación y eviten la humedad excesiva. Además, asegúrate de cambiar tus zapatos y calcetines regularmente.
Al igual que protegemos nuestra piel del sol, es crucial proteger también nuestras uñas. Utiliza un esmalte de uñas con filtro UV o aplica un protector solar específico para uñas para evitar el daño causado por el contacto directo con el sol.
La hidratación es clave para mantener uñas saludables. Aplica regularmente una crema hidratante en tus manos y cutículas para prevenir la sequedad y las grietas que podrían convertirse en puertas de entrada para hongos.
Estar alerta
Aunque es tentador lucir colores vibrantes en tus uñas durante el verano, el uso excesivo de esmaltes puede debilitarlas. Dale a tus uñas períodos de descanso entre una aplicación y otra para permitir que respiren.
Al visitar lugares públicos como piscinas o saunas, asegúrate de usar sandalias para reducir el contacto directo con superficies potencialmente contaminadas. Estos lugares son propicios para la proliferación de hongos.