Existen diferentes opciones para comer en el trabajo, dependiendo de las preferencias, las posibilidades y las facilidades de cada persona. La alimentación no se negocia, pero sí poder hacerlo bien o mal. En el presente artículo te comentamos algunos hábitos que podés comenzar a practicar.
Para una alimentación adecuada en el trabajo se puede llevar la comida de casa, preparada el día anterior o el mismo día, en un recipiente hermético, isotérmico o térmico, que mantenga la temperatura y la calidad de los alimentos. Esto te privará de estar comprando cualquier cosa al paso.
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También se puede optar por platos fríos o calientes, que se puedan calentar en el microondas o ingerir directamente. Algunos ejemplos son las ensaladas, las sopas, los guisos, las empanadas, los bocadillos, los sándwiches, las pizzas, las pastas, los arroces y los humus, entre otros tantos.
Siempre se recomienda acompañar la comida con una pieza de fruta, un yogur o un postre casero. Comprar la comida en un establecimiento cercano, como una cafetería, un restaurante, un supermercado o una tienda de comida para llevar.
Se puede optar por el menú del día, que suele ser más económico y variado, o por platos sueltos, que se puedan combinar según las preferencias. Se recomienda elegir opciones saludables, como las ensaladas, las verduras, las sopas, las carnes magras, los pescados, los huevos, los lácteos.
En lo posible evitar la ingesta de platos fritos y grasos. Comer en el comedor del trabajo, si existe esta posibilidad. Se trata de un espacio habilitado por el empleador, que puede ofrecer un servicio de catering, una cocina propia o una máquina expendedora de alimentos.
Opciones
Y sí, para una buena alimentación en el trabajo se recomienda elegir las opciones más saludables, equilibradas y variadas, que se adapten a las necesidades y gustos de cada persona. Se debe evitar la ingesta de alimentos procesados, fritos, azucarados o salados, que pueden ser perjudiciales para la salud.
En conclusión, comer en el trabajo es posible y necesario, siempre que se sigan unas pautas de alimentación saludable y segura, que contribuyan al bienestar físico y mental de los trabajadores. Con un poco de planificación, organización y creatividad, se puede aprovechar de una comida sabrosa, nutritiva y satisfactoria, que aporte energía, vitalidad y salud