Alberto Cormillot dice que muchas de las personas que quieren perder peso piensan que la solución es dejar de comer ciertos alimentos, especialmente por la noche, creyendo que así reducirán las calorías y evitarán el almacenamiento de grasa. Sin embargo, esta práctica puede tener consecuencias negativas para la salud y el peso, ya que puede alterar el metabolismo, el apetito, el sueño y el estado de ánimo.
Alberto Cormillot, al igual que otros nutricionistas, dice que no hay alimentos prohibidos ni horarios restringidos para comer, sino que lo importante es llevar una alimentación equilibrada, variada y adaptada a las necesidades de cada persona que quiera perder peso. Eliminar alimentos de la noche a la mañana puede generar carencias nutricionales, ansiedad, atracones, efecto rebote y otros problemas de salud.
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Algunas de las consecuencias de eliminar alimentos de la noche a la mañana para perder peso son las siguientes: el metabolismo es el conjunto de procesos químicos que ocurren en el organismo para transformar los alimentos en energía. Cuando se elimina un alimento o un grupo de alimentos, se puede producir un desequilibrio en el metabolismo, que se adapta a la restricción calórica y se vuelve más lento y eficiente, es decir, que gasta menos energía y almacena más grasa.
Esto dificulta la pérdida de peso y favorece el efecto rebote, que consiste en recuperar el peso perdido o incluso más al volver a comer normalmente. Al eliminar alimentos de la noche a la mañana, se puede generar una sensación de hambre y de vacío que puede provocar ansiedad, irritabilidad, falta de concentración y antojos de alimentos poco saludables, como dulces, fritos o procesados.
Estos alimentos suelen ser ricos en azúcar, grasa y sal, que estimulan el centro del placer del cerebro y crean una adicción. Además, al comer estos alimentos se produce un pico de glucosa, seguido de una caída brusca, que vuelve a generar hambre y un círculo vicioso difícil de romper. El sueño es un factor clave para la salud y el peso, ya que durante el sueño se regulan las hormonas que controlan el apetito, el metabolismo, el estrés y el estado de ánimo.
Cuando se elimina un alimento o un grupo de alimentos, se puede afectar la calidad y la cantidad del sueño, ya que se puede tener dificultad para conciliarlo, despertarse con frecuencia o tener pesadillas. Esto se debe a que el organismo puede estar en alerta por la falta de nutrientes o a que se haya ingerido algún alimento estimulante, como el café, el té o el chocolate, que interfieren con el sueño. Un mal sueño puede aumentar el apetito, el cansancio, el estrés y la tendencia a acumular grasa.
Fuente: Infobae
Enamorarse de las dietas
Por todo ello, se recomienda no eliminar alimentos de la noche a la mañana para perder peso, sino seguir una dieta personalizada, equilibrada y flexible, que incluya todos los grupos de alimentos en las proporciones adecuadas, y que se combine con ejercicio físico, hidratación, descanso y hábitos saludables. Así se podrá conseguir una pérdida de peso sostenible, saludable y sin efectos secundarios.
“Por lo general, el enamoramiento suele (perdurar), se transforma en amor, pero el enamoramiento de las dietas no suele (perdurar) y las personas las abandonan. Es por ello que es necesario comer todos los alimentos, solamente que en cantidad y proporción distinta que antes. Se debe aprender a distribuirlos, aprender a medir la cantidad, aprender a darse los gustos, y dejar de tropezar con la misma piedra varias veces y proponerse comenzar un plan nutricional que cambie rotundamente la vida”, reconoce Alberto Cormillot.