Tener el cabello saludable, con brillo y sin frizz es uno de los objetivos que persiguen miles de personas y aunque esto parece algo inalcanzable, la realidad es que se puede lograr siguiendo algunas técnicas de cuidado.
En primer lugar, para tener un cabello saludable es fundamental disminuir la aplicación de productos químicos como las tinturas, decolorantes, alisados, permanentes, para poder devolverle naturalidad a la fibra capilar, e incorporar técnicas para su cuidado.
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Particularmente, la decoloración del cabello es una de las técnicas más utilizadas por los estilistas y coloristas, con la cual se busca quitar el color natural para poder realizar un cambio total en el tono del pelo, algo que puede llevar varias sesiones y que genera daños en la fibra capilar.
También la aplicación de otros productos químicos, puede generar que el pelo se torne opaco, sin movimiento, vaporoso y con gran tendencia a la caída y al quiebre de las puntas, comúnmente conocidas como “puntas florecidas”.
Para revertir estos daños, es ideal incorporar cuidados y técnicas, partiendo desde la elección de los productos de limpieza para el cabello, los cuales deben tener entre sus ingredientes, agentes hidratantes y nutritivos.
Otra recomendación para recuperar el cabello dañado por químicos, es darle un descanso entre tratamientos. Esto implica que, al menos, una vez al año, se deje al pelo libre de productos químicos, algo que debe ser sostenido durante varias semanas, hasta que la fibra capilar se reconstituya.
Sobre la decoloración
La decoloración del cabello se logra aplicando la mezcla de dos productos químicos (agua oxigenada y decolorante) los cuales actúan en el pelo barriendo la tonalidad natural del mismo, en algunos minutos.
Si bien es muy efectiva para poder lograr el cambio de tonalidad, la realidad es que la decoloración genera un impacto en el cabello el cual, en muchas ocasiones, suele ser irreversible, es por ello que es fundamental que realices esta técnica con un profesional.