Por estos días, Alejandro Fantino y Coni Mosqueira viven a pleno su luna de miel. La pareja que dijo un fuerte y claro “Sí, quiero” meses atrás en el altar, están recorriendo día y noche las principales ciudades de Medio Oriente y África del norte, tal como se lo ve en sus respectivas redes sociales.
Alejandro Fantino y Coni Mosqueira comenzaron su romántica luna de miel, la cual no tiene fecha de regreso, por Estambul, Turquía. A través de sus redes sociales van permanentemente compartiendo distintas postales de sus paseos por algunos de los lugares más emblemáticos.
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Pero pese a estar celebrado la segunda etapa más importante de su matrimonio, el conductor sorprendió a todos sus seguidores de Instagram y radio al seguir activo con su participación en el programa de streaming que fundó en el canal de YouTube de Neura Media.
Sí, en el “Multiverso Fantino”, que por las vacaciones pasó a llamarse el “Multiverso de Tronco” por estar en mano de Sergio "Tronco" Figliuolo, amigo de Ale, el esposo de Coni Mosqueira cuenta con detalles todos los días cuáles son las cosas que lo van sorprendiendo de su luna de miel.
En una especie de “Por el mundo” o “resto de mundo”, dos programas célebres de la televisión argentina con este tipo de connotación, el conductor va enseñando por medio de videos cada paso que da en las ciudades que eligió en esta nueva oportunidad fuera del país.
Entre su salida de Estambul y su llegada al Cairo, Egipto, Alejandro sorprendió al contar que hace unos meses, cuando viajaba por algunas ciudades de Europa y terminó proponiéndole matrimonio a Coni en Grecia, fue víctima de una estafa que por lo general suele ser a un turista.
Fuente: (Neura Media)
Anillo de oro falso
Con pelos y señales, Alejandro Fantino contó que se hallaba caminando por uno de los lugares más emblemáticos de París, Francia: las orillas del Río Sena, único que atraviesa el corazón parisino y conocido por haber albergado la primera competencia acuática de los juegos olímpicos de la actualidad.
Según el conductor, en medio del paseo un hombre de estatura promedio lo sobrepasa, de repente se para delante de él y se agacha como si fuera a tomar algo del suelo. Una vez recuperada la verticalidad le enseña un anillo, que parece ser de oro, y termina siendo una estafa.