El romero es una hierba aromática que se utiliza desde la antigüedad tanto en la cocina como en la medicina natural. Además de darle un sabor delicioso a los platos, el romero tiene propiedades medicinales que pueden mejorar nuestra salud en diferentes aspectos.
El romero es conocido por su capacidad para mejorar la memoria y la concentración. Se cree que los compuestos activos del romero, como el ácido rosmarínico y los flavonoides, estimulan la actividad cerebral y la función cognitiva.
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De hecho, un estudio halló que inhalar el aroma del romero puede mejorar la memoria a corto plazo. Otro beneficio del romero es su efecto relajante y antiestrés. El aroma del romero tiene propiedades calmantes que pueden ayudar a reducir la tensión mental y emocional.
El romero también puede ser un aliado para mantener un ambiente limpio y saludable en el hogar. El romero es un repelente natural de insectos, especialmente de los mosquitos, que se alejan de su aroma. Además, el romero purifica el aire y elimina los malos olores.
Esta planta ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en nuestro organismo. Esto nos ayuda a percibirnos más tranquilos, a aliviar la ansiedad y a mejorar nuestro estado de ánimo. Esta planta también es beneficiosa para la salud digestiva.
El romero ayuda a estimular la producción de enzimas digestivas, lo que facilita la descomposición de los alimentos y evita problemas como la indigestión, el estreñimiento y la hinchazón. Asimismo, el romero tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden prevenir y aliviar las úlceras gástricas.
Además de estos beneficios, la planta aromática también puede ayudar a mejorar la salud del cabello y la piel. El romero estimula la circulación sanguínea, lo que favorece el crecimiento y la fortaleza del cabello. También ayuda a combatir la caspa y la caída del cabello.
Humo
Como se puede ver, el romero es una hierba con múltiples beneficios para la salud y el bienestar. Quemar una rama de romero todos los días puede ser una forma sencilla y natural de aprovechar todas sus propiedades.
Solo se necesita un puñado de romero seco, un plato resistente al calor y un fósforo. Se coloca el romero en el plato y se prende con el fósforo. Se deja que el humo se expanda por la casa y se disfruta de su aroma y sus beneficios.