La limpieza facial ha tomado una gran relevancia en el mundo de la belleza y la estética. Pues, mantener un cuidado adecuado es fundamental para lucir una piel joven y brillante, combatiendo los daños externos, la contaminación, además de eliminar las impurezas que solemos acumular durante el día.
Mantener una buena limpieza facial resulta ser un gran desafío, sobre todo para aquellas personas que recientemente han ido incorporando los buenos hábitos o, por otro lado, no logran ser constante con una determinada situación. Por eso, hemos elegido una rápida y sencilla para no fallar en el intento.
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Es importante señalar, antes de iniciar con cualquier tipo de consejo sobre la limpieza facial, que será fundamental conocer e identificar qué tipo de piel tienes: grasa, mixta, seca o sensible y, obviamente, elegir productos que se adecúen a la necesidad de las mismas.
Para eliminar las impurezas y las toxinas que vamos acumulando en el trascurso del día tenemos que elegir un limpiador. Para las pieles mixtas a grasas se aconseja aquellos a base de agua como el gel. Para las sensibles y/o secas se recomienda la leche limpiadora.
Con el paso número uno ya listo, elegiremos un serum para hidratar en profundidad. Recuerda que tener la piel grasa, muchas veces, es por el exceso de sebo que generamos al estar deshidratados. Elegir uno que contenga niacinamida o hialurónico, ya que ambos aportan agua, elasticidad y restauración.
Como es una rutina básica, para todas aquellas personas que recién están armando su limpieza facial, iremos por el último paso. Una crema hidratante será el producto que finalizará tu rutina y, obviamente, te aportará máxima hidratación. Escoge, nuevamente, la que vaya con tu tipo de piel.
Pequeños consejos
Para retirar el maquillaje, solemos recomendar una doble limpieza facial que, como primer paso, contenga un aceite y, luego, un gel limpiador. Recuerda que siempre, pero siempre, es de suma necesidad utilizar un protector solar para evitar los daños ocasionados por los rayos UV.
En síntesis, optar por un agua micelar en la mañana, sumado al serum, la crema y el protector, mientras que por la noche haremos una limpieza facial completa, a la cual podemos, una vez o dos veces por semana, sumarle un exfoliante para eliminar las células.