Si estás buscando darle un toque especial a tus desayunos y meriendas, te proponemos incorporar recetas caseras con las cuales no solo puedas sorprender a tus seres queridos, sino también lograrás llevar adelante una alimentación más saludable.
En la propuesta culinaria del día de hoy, te acercamos los pasos para realizar un bizcochuelo esponjoso. Esta es una de las recetas más clásicas para este momento del día y te develamos algunos tips para que obtengas un resultado sorprendente.
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El bizcochuelo casero se ubica dentro de las recetas más populares que existen y la realidad es que este resulta ideal a la hora de compartir una merienda o desayuno o llevar a una tarde de picnic.
Para llevar a cabo esta receta clásica necesitas los siguientes ingredientes: 3 huevos, 250 gramos de harina, 200 gramos de azúcar, 1cdta. de polvo de hornear, 120 ml. de leche, aceite de girasol, esencia de vainilla, 1 cdta. de canela molida.
El primer paso de esta receta es batir los huevos, con la mitad del azúcar, hasta que tenga una consistencia espumosa y haya doblado su tamaño. Luego se incorpora el resto del azúcar, la leche, el aceite, la canela y la esencia de vainilla. Mezclar hasta que todo esté integrado.
Importante, a la hora de incorporar los ingredientes sólidos (harina y polvo de hornear), es imprescindible realizarlo con un tamizador o colador fino, ya que esto evita la formación de grumos y permite que se incorpore aire en la mezcla.
Cocción
El último paso de esta receta clásica es la cocción, y para ello se debe contar con un molde enmantecado y espolvoreado con harina, lo cual ayudará a que no se pegue ni en los bordes ni en el fondo.
La temperatura ideal en la que tiene que estar el horno para cocinar un bizcochuelo es de 180°, durante un promedio de 40 o 50 minutos. Pasado este tiempo, se debe pinchar con un palillo o tenedor en el centro y si sale limpio, ya es momento de retirar y dejar que se enfrié para poder servir.