Las monedas argentinas pueden venderse a muy buen precio en una conocida plataforma digital que conecta vendedores argentinos con compradores de todo el mundo.
Por ejemplo, una persona decidió poner en venta una moneda de dos centavos de 1882 y pide por ella 395.000 pesos.
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De inmediato, como siempre sucede, varias personas se mostraron interesados en la oferta, el problema es que todos quieren pagar mucho menos de lo que se pide.
Un cibernauta escribió: "Está buenísima la moneda, pero no llegó a tanto, ¿qué te parece si te pago 10.000 pesos por la moneda y todos felices?".
Otra persona redobló la apuesta: "Me gusta mucho esa monedita y estoy dispuesto a llegar hasta los 20.000 pesos para tenerla. Si te interesa, llamame".
El vendedor se agotó de que todos quisieran pagarle menos de lo que él pedía y compartió un fuerte mensaje: "¿No saben leer o no entienden el castellano? Pedí 395.000 pesos".
Los primeros billetes
El imperio chino fue el primero en imprimir billetes con el objetivo de facilitar la circulación de dinero en una época donde era muy difícil, por los asaltantes de caminos, trasladar grandes cantidades de pesadas monedas de oro y cobre.
Posteriormente, el formato llegó a Italia de la mano de Marco Polo, que contó la idea china en un libro que lo haría famoso en todo el mundo.