La Santa Rita, también conocida como buganvilla, es una trepadora arbustiva originaria de Brasil, que se caracteriza por sus vistosas brácteas de colores que rodean las pequeñas flores blancas. Es una planta muy popular en parques y jardines, ya que aporta belleza y colorido al paisaje.
La Santa Rita tiene un significado simbólico de alegría, pasión y amor, por lo que se considera que tener una en casa atrae la felicidad y la armonía. Para cuidar bien de la planta, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes, como la ubicación, el riego, el abono, la poda y la prevención de plagas y enfermedades.
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La planta necesita estar en un lugar con mucha luz, pero sin sol directo, ya que este puede quemar sus hojas y brácteas. Lo ideal es colocarla en una orientación norte o noreste, y protegerla de las corrientes de aire y de las heladas, que pueden dañarla seriamente.
Si se cultiva en maceta, se recomienda trasladarla al interior durante el invierno, o cubrirla con arpillera o plástico. Además, la Santa Rita requiere un riego moderado y regular, evitando el encharcamiento y el secado del sustrato. Se debe regar con agua tibia y sin cal, y reducir la frecuencia en invierno, cuando la planta entra en reposo.
También se debe mantener una buena humedad ambiental, sobre todo en primavera y verano, rociando las hojas con agua o colocando un plato con piedras mojadas debajo de la maceta. Pero si necesita un abono mineral rico en fósforo y potasio, que favorece la floración y el crecimiento.
Se debe aplicar una vez al mes durante la primavera y el verano, siguiendo las instrucciones del fabricante. En otoño e invierno, se puede suspender el abono o reducir la dosis a la mitad. A su vez, la planta se beneficia de una poda anual, que se debe realizar al inicio de la primavera, antes de que broten las nuevas yemas.
Más consejos
La poda consiste en eliminar las ramas secas, viejas, enfermas o dañadas por el frío, y recortar las ramas más largas para darle forma y favorecer la ramificación. Se debe usar una herramienta afilada y desinfectada, y hacer los cortes en diagonal, cerca de un nudo o una yema.
La planta Santa Rita es bastante resistente a las plagas y enfermedades, pero puede sufrir el ataque de cochinillas, pulgones, arañas rojas o moscas blancas, que se alimentan de la savia y debilitan la planta. Para prevenirlos, se debe revisar periódicamente la planta y eliminar los insectos con un paño húmedo o con un chorro de agua.