Estefanía Pasquini, conocida por su matrimonio con el renombrado nutricionista Alberto Cormillot, ha retomado su ritmo de actividad física tras tres años de haberse convertido en madre de Emilio. Su historia es un testimonio del desafío que enfrentan muchas mamás para equilibrar la maternidad con el autocuidado y la salud personal.
Después del nacimiento de Emilio, Estefanía Pasquini se enfrentó a la realidad de que su cuerpo y sus rutinas habían cambiado. Como muchas madres, su prioridad se centró en su hijo, dejando en segundo plano su propia actividad física.
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Sin embargo, con determinación y un enfoque en objetivos pequeños y sostenibles, logró reintegrar el ejercicio en su vida. Antes de ser madre, la joven nutricionista era una entusiasta del deporte; corría, nadaba y practicaba crossfit.
Pero tras la llegada de Emilio, tuvo que adaptar su enfoque y encontrar nuevas maneras de incorporar la actividad física en su nueva rutina. Este proceso no fue instantáneo ni fácil, pero con perseverancia, ha logrado mantener una rutina de ejercicio constante.
En su viaje hacia la recuperación de su forma física, la esposa de Alberto Cormillot ha sido abierta sobre los desafíos que enfrentó, incluyendo la gestión del tiempo y la motivación. A través de sus redes sociales, ha compartido su experiencia, ofreciendo inspiración y apoyo a otras madres en situaciones similares.
Su mensaje es claro: es posible retomar la actividad física postparto, aunque requiere paciencia y adaptabilidad. La nutricionista ha enfatizado la importancia de establecer metas realistas y alcanzables, en lugar de buscar soluciones rápidas o dietas extremas.
Vuelta al ruedo
Ha promovido un enfoque equilibrado hacia la alimentación y el ejercicio, destacando que la salud no solo se trata de la apariencia física, sino también del bienestar mental y emocional. Estefanía también ha hablado sobre cómo la sociedad a menudo juzga a las mujeres por su apariencia, especialmente después del embarazo.
En respuesta, ha abogado por una perspectiva más compasiva y comprensiva, reconociendo que cada cuerpo es único y que la salud es un viaje personal. El regreso de Estefanía Pasquini a la actividad física es una historia de empoderamiento y resiliencia.