El árbol paraíso, conocido científicamente como Melia azedarach, es una especie de porte medio, hoja caduca y flores ornamentales que pertenece a la familia Meliaceae. Este árbol se ha difundido por su belleza y utilidad, siendo apreciado en jardinería por su follaje denso y su exuberante floración.
Las características del árbol paraíso incluyen un tronco corto, recto o sinuoso y una copa densa en forma aparasolada que puede alcanzar los 15 metros de altura. Sus hojas son compuestas, alternas e imparipinnadas, con folíolos ovalados y márgenes finamente aserrados.
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Durante la primavera, produce pequeñas flores fragantes de tonos azul violáceo, agrupadas en inflorescencias corimbiformes, seguidas por frutos globulares de color ocre. Además de su valor ornamental, el árbol paraíso es conocido por su capacidad para repeler mosquitos.
Esta propiedad se debe a la presencia de aceites esenciales y alcaloides en sus hojas y frutos, como el terpineol y el felandreno. Estas sustancias actúan como repelentes naturales, disuadiendo a los mosquitos, incluido el Aedes Aegypti, vector de enfermedades como el dengue.
En algunas culturas, las hojas del árbol paraíso se utilizan para preparar infusiones o se frotan directamente sobre la piel como repelente. También se pueden macerar con alcohol para crear un líquido repelente que se aplica con un rociador.
Además, se ha observado que la sombra del árbol paraíso es un lugar preferido para descansar, ya que los mosquitos tienden a evitarla. El árbol paraíso es una especie rústica que se adapta bien a diferentes condiciones de suelo y clima, resistiendo el frío y períodos prolongados de sequía.
Resistencia
Su longevidad y resistencia a las plagas lo hacen un árbol duradero, con ejemplares que suelen vivir entre ochenta y cien años. Estas cualidades, junto con su capacidad repelente, hacen del árbol paraíso una elección popular para parques y jardines.
En fin, el árbol paraíso no solo embellece el entorno con su presencia sino que también ofrece un beneficio práctico en la lucha contra los mosquitos. Su uso como repelente natural es una alternativa ecológica a los productos químicos, contribuyendo a un ambiente más saludable y sostenible.