Los frutos secos son alimentos que se obtienen de las semillas de ciertas plantas, como las nueces, las almendras, los pistachos, las avellanas o los cacahuetes. Se caracterizan por tener poco contenido en agua y un alto contenido en grasas, proteínas, fibra, minerales y antioxidantes.
Los frutos secos son considerados como alimentos funcionales, es decir, que además de aportar nutrientes, tienen efectos beneficiosos para la salud. Entre estos efectos se hallan la prevención y el tratamiento de enfermedades, además de su gran aporte nutricional.
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Dentro de los frutos secos, las nueces destacan por ser el único que contiene una cantidad significativa de ácidos grasos omega 3, especialmente el ácido alfa linolénico (ALA), que es esencial para el organismo y que se ha vinculado con una menor incidencia de enfermedades coronarias, arritmias, trombosis, hipertensión y aterosclerosis.
Además, las nueces son ricas en otros compuestos bioactivos, como los polifenoles, los fitoesteroles, la melatonina, la arginina y la vitamina E, que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, hipocolesterolemiantes, hipoglucemiantes e inmunomoduladoras.
Las nueces se pueden ingerir solas o como ingrediente de diversas recetas, como ensaladas, salsas, postres, panes o batidos. Se recomienda tomar un puñado al día, que equivale a unos 30 gramos o 7 unidades, para obtener sus beneficios para la salud.
No obstante, hay que tener en cuenta que las nueces son un alimento calórico, que aporta unas 190 kilocalorías por cada 30 gramos, por lo que se debe ajustar su ingesta al nivel de actividad física y al balance energético de cada persona.
El mejor de todos
En conclusión, los frutos secos son alimentos muy nutritivos y saludables, que pueden formar parte de una dieta equilibrada y variada. Las nueces, en particular, son una fuente excelente de ácidos grasos omega 3 y otros compuestos beneficiosos,
Las nueces pueden ayudar a prevenir y tratar diversas enfermedades, sobre todo las vinculadas con el corazón y el cerebro. Por ello, se recomienda incluir las nueces en la alimentación habitual, siempre con moderación y sin exceder las cantidades recomendadas.