Wanda Nara es una de las damas más famosas del país. Ha llegado a ese lugar por sus esfuerzos, creando su propia vida a medida de sus sueños. Lujos, elegancia y dinero es algo que la empresaria sabe multiplicar.
Wanda Nara, desde que la conocemos, trabaja incansablemente por su futuro. Ha sabido desenvolverse en cualquier rubro en el que se ha propuesto colocar su energía. Y como buena estratega, ha generado mucho dinero.
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En una de sus últimas entrevistas en "Esto sería increíble", el conductor le consultó a Wanda Nara sobre sus estrategias de negociación, ya que su padre la había visto hacerlo un programa en vivo, vía WhatsApp, durante los cortes. Sorprendida le preguntó: ''¿Quién es tu papá?"
El presentador le respondió a Wanda que su padre es un famoso humorista y ella automáticamente recordó la anécdota. Comenzó contando que estaba enojada con la negociación, pues los otros empresarios que querían contratar a su marido se tomaban todo el tiempo del mundo y ella necesitaba que las decisiones vayan más rápido.
Entre las cuestiones que preocupaban a Wanda tener todo ante control en Turquía, para poder trasladar a la familia sin ningún inconveniente ni atraso, era una de ellas. La escuela para sus hijos e hijas, los lugares de entrenamiento para su marido, donde sería la casa que alquilarían para vivir, y varias cuestiones más de la vida de mayores.
Wanda Nara, en ese momento, tomó la determinación de terminar la grabación del programa, comprar un pasaje a Turquía, y viajar sola a negociar con estas personas. La modelo entendió que debía ver de primera mano los detalles de su futura vida antes de garantizar un nuevo trabajo para su Marido.
¿Cómo cerrar negociaciones según la empresaria?
Una de las estrategias que tomó fue viajar y romper con los prejuicios machistas de la industria. Wanda Nara apuró la negociación viajando para hacerse presente y hablar cara a cara. El tema de la negociación fue sobre las garantías de vida que tenían allá como familia, por lo cual no pudieron negarse a dialogar sobre ello.
Pero la empresaria tenía un as debajo de la manga. Se presentó a la reunión con un cronómetro en la mano, afirmando que tenía 24 horas, no solo para firmar el contrato, sino también dejar todo listo para que cuando lleguen puedan continuar su vida cotidiana sin disrupciones. La negociación para ella llevó tan solo una pequeña parte del días y, luego de lograr un contrato millonario para su marido, resolvió los detalles para llevar cómoda a su familia.