La lavanda es una planta aromática que se cultiva en zonas secas y soleadas. Sus flores, de color violeta claro desprenden un perfume intenso y agradable que se utiliza desde la antigüedad para diversos fines. Entre ellos, destaca su capacidad para aromatizar la ropa y la casa, creando un ambiente fresco y relajante.
La lavanda es muy útil para aromatizar la ropa y existen muchas formas para hacerlo. Una de ellas es preparar saquitos de lavanda seca, que se pueden colocar dentro de los armarios, los cajones o las valijas. Para hacerlos, se necesita recolectar las flores de lavanda en enero, cuando están más aromáticas, y secarlas al aire libre durante una o dos semanas.
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Luego, se introducen en trozos de tela que se atan con un cordón o una cinta. Estos saquitos conservan el olor de la lavanda durante mucho tiempo y ayudan a prevenir las polillas. Otra forma de aromatizar la ropa con lavanda es agregar agua de lavanda o aceite esencial de lavanda al ciclo de lavado.
El agua de lavanda se puede hacer hirviendo un litro de agua con un puñado de flores de lavanda durante unos 15 minutos, y luego colando el líquido.
Se recomienda añadir unas cuatro o cinco gotas de agua de lavanda o de aceite esencial de lavanda al tambor de la lavadora, junto con el detergente habitual. De esta forma, la ropa quedará impregnada de un suave aroma de lavanda que durará varios días.
La lavanda también se puede usar para aromatizar la casa, creando un ambiente acogedor y tranquilo. Una opción es tener macetas de lavanda fresca en las ventanas, los balcones o las terrazas, aprovechando su belleza y su fragancia. Otra opción es usar un quemador de esencias o un difusor eléctrico, y añadir unas gotas de aceite esencial de lavanda al agua.
Así, se liberará el aroma de la lavanda por toda la casa, favoreciendo la relajación y el sueño. También se puede hacer un ambientador líquido casero, mezclando en una botella con pulverizador agua, alcohol, vinagre y aceite esencial de lavanda.
Lo que estabas buscando
La lavanda es, sin duda, una planta con múltiples beneficios aromáticos, que se pueden aprovechar de forma sencilla y natural. Su perfume es capaz de crear una sensación de limpieza, frescura y bienestar, tanto en la ropa como en la casa.
Además, la lavanda tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias, calmantes y cicatrizantes, que la hacen útil para tratar diversas afecciones de la piel, el cabello, el sistema nervioso y el aparato respiratorio. Por todo ello, la lavanda es una planta que no puede faltar en el hogar.