Los gatos son animales fantásticos para tener en el hogar y como dueños responsables se debe tener cuidado de ellos, no solo en cuanto a su correcto resguardo y seguridad, sino también en su alimentación. Pocos saben que estos animales tienen predilección por las frutas, lo que puede hacerles muy bien.
Los gatos pueden ser afectados tremendamente por el cambio de temperatura, especialmente, en esta época en la que se han visto picos extremos en primavera y verano. Es por eso que las frutas en su dieta pueden ser espectaculares para proveerles nutrientes y agua.
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Una opción popular es la sandía, que contiene altos niveles de agua y puede proporcionar hidratación adicional a los felinos. Además, las frutillas son ricas en antioxidantes y vitamina C, lo que puede beneficiar la salud del gato. Solo hay que tener en consideración retirar las semillas en caso de que estas sean muy abundantes.
Otra fruta segura para los gatos es el melón, siempre y cuando se retiren las semillas y la cáscara. El melón es disminuido en calorías y una fuente de vitaminas esenciales. Las manzanas, sin semillas y cortadas en trozos pequeños, también son una opción aceptable, ya que contienen fibra que puede ser beneficiosa para la digestión felina.
Hay algunos gatos que tienen mucha predilección por otras frutas como los mangos y hasta los arándanos. Aunque es posible que se puedan alimentar con estos alimentos, no tienen que formar parte elemental de su dieta, pues son carnívoros por excelencia y naturaleza.
Antes de brindarles alimentos vegetales, como las frutas, es preciso consultar con un veterinario que precisará los pasos a seguir y la dieta que merecen este tipo de criaturas. Cada gato tiene sus particularidades, por lo que ser razonable y moderado en su alimentación es fundamental.
El mundo
Los gatos ven el mundo de manera diferente a otras mascotas, como los perros, ya que sus sentidos son tremendamente agudos. Su visión es hasta 6 veces más definida que la humana a varios metros de distancia y sus oídos pueden captar hasta el menor ruido a una distancia considerable.
Sin embargo, es preciso mantener algunas consideraciones adicionales, como evitar en lo posible los colores naranjados, debido a que no lo pueden determinar con precisión, lo que podría causarles incomodidad y hasta angustia. Por otro lado, no se debe emplear lásers para hacerlos ir de un lado al otro porque esto no les reporta premio alguno.