La sandía es una de las frutas mejor valoradas en el mundo, no solo por su característico sabor, sino por la gran cantidad de beneficios que puede aportar a la salud. Aunque existe gran variedad de especies de esta gloriosa fruta, lo cierto es que es un espectáculo para el organismo.
La sandía tiene variedad de propiedades y es excelente para refrescar en verano, donde las temperaturas han alcanzado y superado límites históricos. En esta nota te contamos todo lo que no sabías sobre esta fruta y como podrías emplearla para beneficiar a tu organismo.
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Pocos saben que la sandía tiene más antioxidantes que otras frutas, inclusive, la verdura con mayor cantidad de esta sustancia. El licopeno es un carotenoide que se genera de forma natural en frutas y verduras y les da el tono rojo característico. Es un poderoso antioxidante que ayuda a prevenir el envejecimiento de las células.
Las propiedades de la sandía no se limitan solamente a ser antioxidantes, ya que su alto contenido de potasio y de vitamina B6 puede ayudar a prevenir cuadros de calambres. Esto es especialmente beneficioso para todos aquellos que hacen ejercicios, debido a que puede ayudar a aliviar los dolores musculares en general.
No todos saben que la sandía es una fruta y una verdura, porque tiene todas las características de las frutas, es decir, que tiene origen en una flor polinizada, pero está catalogada como una verdura perteneciente a la familia de las calabazas. Un dato interesante que llama la atención de quienes lo conocen por primera vez.
Aunque sea increíble, todas las partes de la sandía, esto es la cáscara, pulpa y semillas, se pueden comer sin ningún problema. Solamente se recomienda lavar perfectamente la superficie de la cáscara antes. También se puede emplear la envoltura externa para abonar la tierra.
Beneficios en verano
La sandía es la fruta perfecta para degustar en verano, ya que sus altos contenidos en agua hidratan en la temporada de mayores temperaturas. Una falta de líquido puede afectar a la salud de forma muy negativa, por lo que hay que tener en cuenta este factor, siempre.
Se puede emplear esta fruta para batidos muy refrescantes: se coloca la pulpa sin semillas en el vaso de la licuadora y se procesa por unos minutos hasta alcanzar la consistencia anhelada. Para evitar la incorporación de hielo, se recomienda colocar la fruta en la heladera para que esté fría, antes de su preparación.