Ingrid Grudke es una modelo, actriz, conductora y físicoculturista argentina. Desde los 15 años se dedicó al mundo de la moda, desfilando para las principales marcas internacionales y participando en campañas publicitarias. También incursionó en el cine, el teatro y la televisión, trabajando con reconocidos artistas y periodistas.
Ingrid Grudke atravesó un radical cambio de vida, en agosto del 2020, tras el fallecimiento de su padre, que padecía Alzheimer. Regresó a su provincia natal para acompañar a su madre y a su familia. Allí se reencontró con sus raíces, sus amigos de siempre y su novio Martín Colantonio, un emprendedor con el que convive y que habilitó una heladería en Posadas.
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Una de las nuevas pasiones de Ingrid es el fitness. Desde hace años, se entrena con una rigurosa disciplina y una alimentación saludable, que le permiten mantener una imagen escultural y una mente equilibrada. Su entrenadora le propuso participar en un concurso internacional que organiza Arnold Schwarzenegger, en la categoría Fit Model, y ella aceptó el desafío.
La joven tiene claro que su vocación es ser modelo, y que no anhela ser madre. En una entrevista con Infobae, confesó que nunca se imaginó de novia, en pareja o teniendo hijos. Dijo que sus hermanas mayores soñaban con casarse y formar una familia, pero que ella lo veía muy distante.
“Dicen los especialistas que en los diez primeros años de vida te formas con las cosas que te pasan alrededor. Mis dos hermanas más grandes, Ruth y Edith, soñaban con casarse, tener hijos, vestirse de novia y todo ese show y yo lo veía muy distante”, contó.
Afirmó también que respeta a las que eligen ser madres, pero que no percibe ese llamado ni esa necesidad. Explicó que se percibe plena con su trabajo, su pareja, su familia y sus amigos, y que no le hace falta tener un hijo para completar su felicidad.
Decisión
“Nunca me imaginé de novia, nunca me imaginé en pareja y mucho menos tener hijos. Esa sensación de gestar, de tener la panza, no la percibía. Hoy tengo más libertad de decirlo, por suerte las chicas podemos expresarnos y decir lo que sentimos, pero no tiene que ver con mi carrera, no tiene que ver en absoluto con mi trabajo”.
“Creo que tenemos más libertad de contar, se puede decir. Las chicas pueden expresar con más libertad ciertos sentimientos que antes estaban mal vistos. Antes te criaban y te educaban para servir al hombre, estar en tu casa, tener hijos y punto, ni estudiar podíamos. Maestra”, confesó Ingrid Grudke.