La menta es una de las plantas más valoradas en el mundo de la gastronomía y su cultivo es relativamente sencillo. No solo brinda un agradable aroma a los espacios del hogar, sino que puede ser empleada en cientos de recetas y hasta en bebidas refrescantes para el verano.
La menta tiene gran cantidad de propiedades entre las que destaca el aceite esencial que tiene como principal elemento el mentol. Por otro lado, tiene calcio y hierro, además de vitaminas A y E. Cultivar esta planta no requiere demasiados cuidados, pero es preciso tener en cuenta algunas cosas.
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Hay varias formas de cultivar menta en casa, que puede ser de semillas adquiridas en cualquier vivero o casa especializada. En caso de vivir en sitios con temperaturas cálidas, se recomienda sembrar a fines del verano, mientras que en climas fríos, en la primavera, para estar seguros.
Existe una forma mucho más sencilla de cultivar menta que es por medio de esquejes o ramitas de la misma planta. Se corta una ramita y se coloca en una pequeña maceta hasta que esta comienza a reproducirse. Como siempre hay que tener en cuenta el clima en temporadas anteriormente mencionadas.
El sustrato en el que se planten las semillas o los esquejes debe estar siempre húmedo, aunque no encharcado, abonado orgánicamente o químicamente y la planta debe recibir luz indirecta siempre. Por otro lado, debe ser podada con regularidad, ya que puede ser muy invasiva y crecer desmesuradamente.
La recolección de las hojas debe hacerse siempre en horario de la mañana, pues este horario es en el que está el punto máximo el aceite esencial. Estas se pueden emplear frescas o pueden dejarse reposar para que se sequen naturalmente. También es posible secarlas con fuentes de temperatura, pero no se recomienda.
Gastronomía y bebida
La planta de menta se puede usar para para preparaciones de gastronomía general, pero también se puede usar más regularmente para adornar tragos como los clásicos brasileros. Por otro lado, se puede infusionar para hacer té de menta, así que su empleo es bastante amplio.
Antes de emplear las hojas para cualquier fin se recomienda fuertemente lavarlas perfectamente y asegurarse de que no hay partes oscurecidas, con plagas o dañadas. Se pueden dejar reposar en una solución de agua con unas gotas de lavandina para mayor seguridad.