Alberto Cormillot sabe que los fines de semana suelen ser una tentación para muchas personas que quieren controlar su peso, ya que se rompen las rutinas, dietas y se multiplican las ocasiones de comer y beber más de lo habitual.
¿Pero cuánto peso se puede aumentar en un fin de semana? ¿Y qué dieta se puede comenzar a hacer para revertir los excesos? En este texto vamos a responder a estas preguntas siguiendo los consejos del reconocido médico y especialista en nutrición Alberto Cormillot.
Fuente: Canal 9
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Según el esposo de Estefanía Pasquini, el peso que se puede aumentar en un fin de semana depende de varios factores, como la cantidad y el tipo de alimentos y bebidas que se ingieren, el nivel de actividad física que se realiza, el metabolismo de cada persona y la retención de líquidos que se produce.
No obstante, el nutricionista estima que, en promedio, se puede aumentar entre 300 y 400 gramos por día, lo que equivale a entre 600 y 800 gramos por fin de semana. Sin embargo, aclara que este aumento no es de grasa, sino de agua y glucógeno, que son los depósitos de energía que se almacenan en el hígado y los músculos.
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A su vez, el nutricionista confirmó que una cena un sábado por la noche y un asado al medio día puede significar siete mil calorías. Y si hubo helado en el postre y otras comidas todo podría rondar las diez mil calorías, lo cual se traduce en agua y grasa.
Esto significa que el aumento de peso que se produce en un fin de semana no es definitivo, sino que se puede perder rápidamente si se vuelve a una alimentación equilibrada y se aumenta la ingesta de agua y el gasto calórico.
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Dieta
Por el contrario, si se mantiene una alimentación desordenada y excesiva durante varios días o semanas, el aumento de peso será de grasa, que es más difícil de eliminar. Para revertir los excesos que se cometen en un fin de semana, Alberto Cormillot recomienda seguir una dieta que tenga como premisa reducir el consumo de calorías.
Sí, reducir calorías, pero sin pasar hambre ni saltarse comidas. Lo ideal es distribuir las calorías en cuatro o cinco comidas al día, que incluyan desayuno, almuerzo, merienda y cena, y opcionalmente una colación. Aumentar la ingesta de frutas y verduras, que aportan vitaminas, minerales, fibra y agua, y ayudan a saciar el apetito y a depurar el organismo. Y hacer actividad física.