Cuando estás estresado, comer puede parecer justo lo que necesitas para calmar tus emociones, ya sea que estés aburrido, solo, deprimido o incluso ansioso. En base a la palabra de Estefanía Pasquini, el problema es que es difícil dejar de comer por estrés y eso puede llevar a comer en exceso.
Si está tratando de mantener su peso, comer por estrés lo hace más difícil. Sí, porque comer para calmar el estrés (en lugar del hambre) no es una estrategia ganadora. En la nota, algunos consejos simples de Estefanía Pasquini pueden ayudarlo a controlar el estrés al comer.
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“¿Qué puedo comer cuando estoy ansiosa?, ¿Qué alimentos puede tener preparado para el fin de semana que me aburro más?, ¿Qué chocolates puede tener preparado para cuando me enojo porque necesito algo rico?, ¿Estoy estresada de tanto laburo, me voy a comprar un heladito?”, se preguntó la nutricionista a modo de introducción.
“Estas y otras tantas preguntas me llegan a menudo. Y lo que yo suelo hacer es dar ejemplos, les voy a contar, actualmente tenemos una pérdida en la pileta, y no estamos dele (colocarle) agua, estamos buscando por donde pierde para solucionar el problema y que no se escape el agua”, ejemplifica.
“Acá pasa igual, no hay un alimento que podamos comer libremente o más que otros y que nos disminuya la ansiedad o nos mejore el ánimo o me alivie el fin de semana aburrido. Acá lo que hay que hacer es (hallar) lo que me genera ansiedad y tratarlo”, enfatizó Estefanía Pasquini.
“Si algo me frustró o enojó, trabajarlo para tener herramientas para poder superarlo sin terminar buscando comida, porque al rato, me voy a (hallar) con el problema que tenía más el de haber comido, generando luego enojo, frustración y tantas otras emociones que generan solo círculos viciosos y no virtuosos”, destacó.
Realidades
“Sepamos que nos puede pasar algunas veces esto. El tema es cuando resolvemos siempre así”, completó Estefanía Pasquini. Entonces comer por estrés es real y, en este momento, puede parecer que ayuda. A largo plazo, comer por estrés no es el mejor método para afrontar la situación.
Hay muchas formas de reducir el estrés al comer, desde cambiar la forma en que almacena los alimentos o los lugares por los que pasa cuando regresa del trabajo hasta (hallar) nuevas formas de afrontar los sentimientos de ansiedad.