En una reciente entrevista con Infobae, Soledad Pastorutti sorprendió al hablar de sus hijas, Antonia y Regina, frutos del amor con Jeremías Audoglio, quienes de a poco se acercan a una etapa en donde comienzan a desarrollar su personalidad.
En primer momento, Soledad Pastorutti habló del alto costó que tuvo que pagar por ser una artista inquieta. “Pero eso va a pasar siempre: la gente que te dice hacé tal cosa. Pero supongamos que hubo fracaso, que yo buscaba algo y no lo (hallé); creo que es cuando más se aprende”, dijo.
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A su vez, comparó: “Es como la comida, viste, hay gente que te dice: A mí esto no me gusta, y, pero si no lo probaste”. Según sus propias palabras, ese sabio consejo sirve para que sus hijas coman toda la comida y no dejen algunas verduras.
“Bueno, Antonia siempre fue de comer todo. Nunca tuvo problemas. La verdad es que le gustan las verduras. O sea, también la comida chatarra, por supuesto. Regina es un poco más selectiva. Pero a veces lo logro”, afirmó la esposa de Jeremías Audoglio.
Al mismo tiempo, la santafesina contó cómo andan sus hijas. “La verdad que muy bien. No hay una canción dedicada a ellas en este disco (Natural) pero siento que en el (anhelo) de poder vivir en un mundo mejor y (hallar) una esperanza hacia lo que va a venir, el futuro, están ellas, por supuesto”, dijo.
“Son dos niñas muy felices. Por suerte están viviendo otro momento del mundo. Se expresan, hay un intercambio mucho más fluido en la comunicación. Tengo la preocupación, especialmente con Antonia, que está entrando en la adolescencia, de cómo manejar la situación”, aclaró.
Etapas
“Ella tiene 12 pero son 12 “extra large” digo yo: viene avanzado todo, ¿viste? Yo dejo que ella maneje los tiempos porque hay cosas que ellos mismos dicen: No, mamá, esto yo no quiero hablarlo. Creo que no hay que dar información de más”, destacó Soledad Pastorutti sobre Antonia.
“De hecho, lamento que reciban tanta información a través de los medios que existen hoy”, aclaró y agregó: “soy la mamá, no soy la amiga, eso está claro en nuestro vínculo. Pero prefiero tener diálogo. Por suerte Antonia habla mucho, cuenta. Creo que voy a tener más problemas con Regina cuando llegue a esa edad. Es bravísima”.