Por primera vez en público, Nazarena Vélez contó minuciosos detalles de las experiencias vividas con el culto umbanda, el cual invoca espíritus, que realizó para buscar respuestas al trágico accidente del padre de su hijo Thiago, Fabián Rodríguez.
Durante la noche del miércoles, al aire de “LAM”, el programa que conduce Ángel de Brito por la señala de América, en donde cumple la función de una angelita, Nazarena Vélez contó cuáles fueron sus sensaciones con el ritual, que su momento era lo último que le queda por hacer.
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“Yo estaba como loca”, mencionó la panelista en referencia al contexto en el que se encontraba con el fallecimiento de por entonces pareja. “Claro que he ido. Cuando falleció Fabián busqué todo. No seamos hipócritas”, reconoció la productora teatral.
“Depende también de cada uno, yo estaba aferrada a una persona, a una muerte, pero hay gente que va a pedir trabajo y que cree con fe”, agregó y destacó: “La gente de bien umbanda no hace males, porque siempre piensan que eso vuelve”.
“Me conecté por una amiga, y fui a buscar una respuesta al por qué había ocurrido lo de Fabián, pero me sentí muy asustada cuando empezaron los rituales”, recordó. “Me asusté porque muchas veces las personas invocan a entidades, espíritus y hay movimientos de cuerpos que te asustan”, reconoció.
“No sabía a qué iba, me dijeron que me iba a dar paz. Yo estaba casi loca”.
“Lo que yo vi es que había una fiesta con comida en una casa. Todos estaban vestidos de blanco, esa era la condición para entrar y había como 30 personas. Para poder ir, te tiene que aceptar el dueño de la casa, no entra cualquiera, a mí me llevó un amigo que iba siempre. Así me aceptaron”, repasó.
Respuestas
“Muchos tenían collares de distintos colores. me acuerdo que era en una casa de Ramos Mejía. Es una religión muy fuerte, yo llegué como cuando llegás a un cumpleaños. Quería encontrar una respuesta de por qué se había ido Fabián”, aceptó Nazarena Vélez sobre porque participó de ese ritual.
“Sentí una energía que no sentí nunca en mi vida, un movimiento de energías. Y a algunas personas les bajan entidades y ellas cambian, empiezan a hacer movimientos extraños. Y te empiezan a hablar distinto. A mí, por ejemplo, se me acercó una señora y me empezó a hablar en portugués. Me dijo que Fabián me amaba y que me pedía que lo cuide a Titi”, completó.