En una entrevista con revista Gente, Natalia Oreiro confiesa cuáles son los miedos que comenzó a tener una vez que se convirtió en madre. “Hoy la vida es la felicidad de mi hijo y su bienestar. Desde que soy mamá estoy en proceso de soltar, pero me cuesta, me convertí en otra persona”, dijo.
“Con miedos que no conocía y prioridades absolutamente distintas. Adoro mi actividad y al mismo tiempo amo hacer cosas que no tienen que ver con lo que ustedes conocen; delirios, para mucha gente, que a mí me divierten”, agregó Natalia Oreiro.
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“Sin embargo, ahora lo primero siempre es Ata (por Atahualpa, el hijo que tiene junto a Ricardo Mollo). El plan lo incluye a él”, sostuvo la artista. En cuanto a los miedos, los cuales se desprenden de una pregunta sobre perder la vida, la uruguaya dijo que los comenzó a notar con la llegada de su hijo.
“Uno de alguna manera acepta las pérdidas cercanas si se (vinculan) con el deterioro de la vida. Lo que pasa es que cuando fui mamá empecé a temer viajar, dejé de practicar circo y trapecio, todo (vinculado) con que, si me llegaba a pasar algo, no iba a poder estar cerca de Ata”, destacó.
“Entonces, que le pase algo a él o me pase algo a mí es el miedo más cercano que le tengo a la (pérdida). Como debe sucederle a la gran mayoría de las mamás. Siempre intenté ser libre en un montón de cosas, y desde su llegada cambié una barbaridad”, sostuvo Natalia.
“Debo trabajar fuertemente en volver a ser tan libre como siempre fui, porque mi miedo sobre todo genera una sensación mala en mi hijo: no está bueno tener una mamá miedosa”, aclaró la esposa de Ricardo Mollo sobre los miedos que la acorralan y no la deja ser.
Un hijo te ubica
Consultada si con la llegada de un hijo el ego pasa a un segundo plano, Natalia Oreiro respondió: “Total. Te corre absolutamente del centro, te ubica en el lugar que te corresponde. A nosotros, que nos dedicamos a (colocarnos) delante de una cámara buscando que del otro lado haya mucha gente, nos encanta que se vea lo que hacemos”, dijo.
“Pero a mí todo lo vinculado a la Natalia personal jamás me gustó (evidenciarlo). Obvio que tengo un ego grande, si no no me dedicaría a lo dedico, pero no lo necesito para ser yo. Es algo que elegí y mi vocación, aunque a la vez sólo es una parte de mi vida??, completó.