Pocas cosas hay más satisfactorias que hacer pan casero, pues muchos maestros panaderos comenzaron su camino con esta simple preparación. Sin embargo, hay ocasiones en las que las personas no se adentran en este mundo por considerar que es demasiado problemático.
En esta receta de pan casero te brindaremos las opciones más fáciles para preparar una hogaza con la que te convertirás en el rey o la reina de la cocina y podrás sorprender a amigos y afectos con algo que tiene un éxito siempre garantizado.
Te podría interesar
Lo primero que hay que mencionar es que se puede utilizar la harina común 0000 que es la que se halla con frecuencia en cualquier supermercado o quiosco de barrio. Otra consideración importante es que el pan se puede perfectamente congelar para ser utilizado a paciere cuando sea requerido.
Para esta preparación se necesita 500 gr de harina común, un vaso grande de agua, 15 gr de levadura, una cucharadita de sal, una cucharadita de azúcar y 50 ml de aceite que puede ser de oliva u otro vegetal, pero siempre de muy buena calidad.
Se coloca el agua en un bowl grande, se coloca la levadura y el azúcar para activar esta levadura originando que comience su proceso lo antes posible. Se mezcla todo hasta esté integrado. Se coloca ¼ de la harina y la totalidad del aceite. Se mezcla hasta que no queden grumos y se deja en reposo por hasta 15 minutos, con el cuidado de tapar el recipiente a temperatura ambiente.
Finalmente, se le agrega el resto de la harina y la sal hasta incorporar todo. Sobre una mesada se coloca algo de harina para amasar todo sobre ella. Se coloca todo sobre una bandeja para horno con algo de aceite en ella o con un poco de harina para que no se pegue. 45 minutos después a 200 grados y ya tenemos nuestro pan hecho en casa.
Los usos
El pan casero puede ser el acompañamiento perfecto de comidas ricas en salsas, así como tostado para desayunos potentes y meriendas variadas. Luego de haberse cortado, se puede guardar en el congelador para que se conserve por más tiempo.
La forma correcta de descongelarlo es con un impacto de calor en el microondas o simplemente colocándolo en la parte media de la heladera para que vaya perdiendo el frío de a poco. Eso sí, hay que tener en cuenta el nivel de humedad del aparato refrigerador, puesto que puede ablandar de más el pan.