Mónica Ayos, quien vive en México junto a su esposo Diego Olivera y sus hijos, Federico y Victoria, fue testigo del fuerte temblor que estremeció a toda la ciudadanía mexicana en la tarde noche del miércoles 10 de mayo, fecha en la que se festeja el Día de las Madres.
Autoridades del gobierno dieron a conocer que la magnitud del temblor fue de 2.3 y aseguraron que todo está controlado y que no fue necesario la alerta sísmica. A través de sus redes sociales, Mónica Ayos llevó tranquilidad a sus familiares y amigos en Argentina.
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Pese a que la magnitud no fue tan alta como en otros temblores, el sismo generó una fuerte movida y a su vez un gran susto en toda la población. Según los estudios pertinentes el epicentro fue en la alcaldía Magdalena Contreras, al sur de México.
“Sismo trepidatorio sobre el final del Día de la Madre en México”, comenzó diciendo la actriz argentina en una publicación en su cuenta de Instagram. Como suele suceder, el posteo estuvo acompañado de una foto familiar, que coloreó el especial momento.
“Con esta foto que tomamos hoy a la tarde, y con el amor fuerte e inmenso que siento por esta familia, aprovecho para hacerles saber que nosotros estamos todos bien (para quienes nos empezaron a preguntar por redes al enterarse del sismo)”, aclaró Mónica.
“Se (percibió) más fuerte que el grado de movimiento 2.3 publicado. Suponemos que al haber sido "trepidatorio" y hacer vibrar todo, fue lo que hizo que se sintiese así de groso (esos son los peores)”, mencionó la esposa de Diego Olivera sobre la diferencia que existe entre los sismos.
Jornada para el olvido
A su vez, Mónica Ayos asegura que existen otros sismos más tenebrosos del que se registró en el Día de las Madres. “Los otros, que son los "oscilatorios" te marean tipo embarcación y capaz se perciben menos bruscos (pero aun así te agarra miedo igual)”, completó la actriz.
Al estar entre dos placas tectónicas, México es propenso a los sismos, temblores y terremotos. Todos los 19 de septiembre el Distrito Federal como otras grandes ciudades recuerdan a las víctimas de antiguos terremotos dados en la misma fecha, tres en su haber.