Si bien los dos tienen trabajos que demandan una buena cantidad de horas fuera de casa, Isabel Macedo, en estos momentos, padece su distanciamiento de Juan Manuel Urtubey, quien volverá a buscar una segunda vuelta en las próximas elecciones presidenciales próximas a celebrarse.
“Estoy mucho sola porque Juan Manuel, desde que lo conozco, viaja por trabajo”, mencionó Isabel Macedo recientemente a una revista, confirmando que de los siete años que vive en Salta, pasa la mayoría acompañada por uno de los hijos de su esposo, Belita y Julia.
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La separación entre la actriz y el abogado durará el tiempo que corresponda a la precandidatura presidencial de Juan Manuel, quien está instalado en Buenos Aires desde hace unos meses. Es por eso que habitualmente visita programas íntegramente dedicados a la política.
“Las chicas y yo lo extrañamos un montón. Pero sé de su fuerte vocación de servicio y trato de explicárselo a las chicas. Les digo que su papá cree que el país puede estar mejor y que él puede ayudar. Me interesa que entiendan cómo vivimos, qué hacemos y a qué nos dedicamos”, dice la actriz al respecto.
Si se imagina Primera Dama, Isabel respondió: “La vocación de servicio es el sueño y la pasión de Juan Manuel, y yo (anhelo) con mi corazón que él sea feliz con lo que hace. Somos una familia y, en ese caso, ocuparé mi rol para que la familia siga funcionando. Cuando fue gobernador, hice trabajo social con emprendedoras”.
A su vez, mencionó: “Aprendí un montón. Durante seis o siete horas, dejaba a Belita en casa: creía que con ese proyecto podíamos darles herramientas a las personas para salir de la situación de vulnerabilidad en la que estaban. Nunca me quedaría en mi casa haciendo galletas si pudiera modificarle la vida a otro. ¡Lo haría otra vez sin dudar!”.
Emprendedora
Si bien tiene mucho que hacer junto a Julia y Belita, quien comenzó el jardín de niños, Isabel Macedo invierte mucho tiempo en Beneïda, que significa “bendecida” en catalán, su marca de ropa, que no solo tiene locales en Argentina, sino también en Uruguay.
“Tengo muchos cuadernos en los que hago listas interminables de cosas que quiero hacer o aprender. Escribo, tacho y colocó una tilde cuando el objetivo está logrado. Creo que el tiempo es muy corto y yo quiero comerme el mundo”, mencionó al respecto.