El laurel es una planta aromática que se usa tanto en la gastronomía como en la medicina natural. Su nombre científico es Laurus nobilis y pertenece a la familia de las lauráceas. Tiene unas hojas verdes, alargadas y brillantes, y unas flores amarillas o blancas que se agrupan en racimos.
El laurel tiene origen en el Mediterráneo, pero se ha extendido por todo el mundo debido a su fácil cultivo y a su versatilidad. El laurel es una fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, que ayudan a prevenir el envejecimiento celular y a fortalecer el sistema inmunológico.
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Contiene vitaminas A, C y varias vitaminas del grupo B, y minerales como calcio, hierro, magnesio, potasio, zinc y fósforo. Tiene propiedades digestivas, carminativas y hepatoprotectoras, que favorecen la digestión, eliminan los gases, estimulan el apetito y protegen el hígado.
Además, previene y combate las infecciones gastrointestinales causadas por bacterias, hongos o parásitos. Tiene propiedades expectorantes, antitusivas y antibióticas, que facilitan la expulsión de la mucosidad, calman la tos y combaten las infecciones respiratorias, como el resfriado, la gripe, la faringitis o la bronquitis.
El laurel posee propiedades diuréticas, hipotensoras e hipoglucemiantes, que ayudan a eliminar el exceso de líquidos, a regular la presión arterial y a controlar los niveles de azúcar en plasma. Así, previene y trata la retención de líquidos, la hipertensión y la diabetes.
Tiene propiedades antimicrobianas, antifúngicas y antivirales, que previenen y tratan las infecciones de la piel, las heridas, el acné, el herpes, las aftas y las picaduras de insectos. También tiene propiedades cicatrizantes y regeneradoras, que favorecen la curación y la recuperación de la piel.
Dato
El laurel se puede ingerir de diferentes formas, como en infusiones, aceites esenciales, cataplasmas, cremas, ungüentos, vinagres, salsas, ensaladas, sopas, guisos, legumbres, pastas, pizzas, etc. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el laurel tiene algunas contraindicaciones y efectos secundarios, como alergias e irritación.
Por eso, se recomienda consultar con un médico antes de usarlo, especialmente si se está embarazada, lactando, tomando anticoagulantes, hipotensores o hipoglucemiantes, o si se tiene alguna enfermedad crónica o grave.