En una entrevista con el diario Clarín, Soledad Pastorutti contó cómo es su padre, qué recuerda de su juventud y cómo conoció a Jeremías, su esposo. Como no podía ser de otra manera, su relato estuvo acompañado de una anécdota.
Soledad Pastorutti comenzó diciendo: “Mi viejo siempre fue el más soñador. Era mecánico, arreglaba autos, pero intentó muchas cosas. Por ejemplo, (colocó) con amigos una farmacia, en algún momento criaba conejos. Siempre fue muy inquieto, un busca, y la que le salió fue esta, la de las hijas”.
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“Siempre cuento que los dos tenían un lugar muy claro. En mi (juventud) había mucha gente que decía que yo trabajaba un montón. Pero nadie me obligaba, ellos me apoyaron en lo que yo quería hacer. Mis viejos manejaban la combi y cuando volvíamos había que hacer las camas, preparar la comida. No es que nos esperaba alguien con todo listo”, recordó.
En cuanto a esa trabajadora juventud, La Sole mencionó: “Hoy digo: "Qué bueno que lo hice". Cuando mis amigas buscaban qué hacer yo ya lo tenía resuelto. No dejé de salir con ellas nunca. Lo que más me costó fue la fama. Pero mi grupo de amigos siempre me bancó”.
“Yo por ahí salía a bailar y al día siguiente tenía la voz rota. Entonces empecé a elegir. La música me dio una gran oportunidad: comprarme ropa los fines de semana no estaba en mis planes, y si iba al boliche no tomaba (algo) porque salía sin plata”, admitió la santafesina.
“En Arequito la gente me protegió, me dejó llevar una vida normal. Sentían, y creo que aún sienten, un gran orgullo porque la hija del mecánico lo había logrado. Por eso yo nunca me fui de Arequito”, reconoció la artista muy orgullosa de sus raíces.
Jeremías, su verdadero amor
“Nos conocimos en el nocturno. Yo terminé tercer año y dejé un tiempo el secundario para hacer una película y después hice 4° y 5° en el nocturno. Él era de mis compañeros de estudio. Cuando terminamos, él se tenía que ir a Rosario o a algún lugar para poder seguir estudiando, pero nos dimos cuenta de que no queríamos separarnos”, narró La Sole.
“Nos pusimos de novios en el 2000 y llevamos dieciséis años de casados”, resalta Soledad Pastorutti. “Hoy es el que maneja en mis giras, no (hallábamos) otra forma de que la pareja funcionase. Incluso, yo decidí que mis hijas viajaran conmigo. Esto parece algo hermoso, lo es, pero hasta que llegás a cantar hay todo un camino que recorrer”, aclaró sobre su función en la familia.