Florencia Peña contó recientemente, en una entrevista con el sitio de noticias Infobae, que no tiene pensado dejar el espectáculo a menos que su físico se lo impida. “Yo no creo que me retire nunca, salvo que me retiren las rodillas. Sí pienso en empezar a trabajar un poco menos, pero mis hijos tienen que estar más grandes para que eso suceda”, dijo.
Florencia Peña, a su vez, mencionó porque se casó con el salteño Ramiro Ponce de León. “Nos casamos como casi una revalidación de todo lo que nos amamos y lo bien que la pasamos juntos, porque tenemos nuestro código, nuestra manera de encarar el amor y la pareja”, contó.
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“Nos íbamos a casar cuando mi papá se enfermó, postergamos y nunca más hablamos de eso, hasta que en un momento él me dice: casémonos, me parece que le va a hacer bien a nuestros hijos, va a ser una celebración amorosa, y así fue”, aclaró.
“Nos pareció que estaba bueno hacerlo en Salta que es su lugar, y después hacerlo acá, con la gente de acá”, manifestó y agregó: “fueron experiencias hermosas. Siempre le digo a mis hijos que lo material no importa, que se lleven experiencias. Que viajen, que (aprovechen)”.
A su vez, Flor contó que la favoreció casarse con alguien que no es de la escena pública. “Es salteño, tiene otros tiempos. Pero me viene bien, porque con mi exmarido Mariano Otero, que lo adoro y que hoy somos muy amigos, éramos dos (líos), y el salteño me (coloca en) tierra”, dijo.
Florencia Peña: “Necesito un equilibrio también, porque yo soy una topadora que no para”.
La artista reconoce que con Ramiro logró frenar las revoluciones a la que iba antes. “Estoy muy consciente todo el tiempo, medito, hago terapia, Me estoy chequeando todo el tiempo a ver si está bien o está mal lo que estoy haciendo, si pude haber dañado a otro”, dijo.
Las cuentas claras
“Eso tiene un pro y un contra: el pro es que podés cambiar, ser de otra manera. Yo no creo que la gente no pueda cambiar de verdad, creo en el cambio personal. La contra es que estás todo el tiempo observándote y a veces, demasiado lúcida”, sumó.
“Charlamos mucho, tratamos de modificar lo que no está bueno, básicamente nos amamos y a partir de ese amor, construimos”, sumó Florencia Peña y completó: “Conmigo tenés que (colocarte) un poquito más rápido, pero tiene una cosa muy linda que es esa mejor calidad de vida que tienen los que viven en el interior, que no van a mil, que duermen la siesta, y en eso aprendí mucho con él”.