Alberto Cormillot es un médico argentino especializado en nutrición y obesidad, que a sus 85 años sigue siendo un referente internacional en su campo y un ejemplo de vitalidad y salud. Su trayectoria profesional, su pasión por el baile y su reciente paternidad son algunos de los aspectos que lo hacen una persona admirable y única.
Alberto Cormillot se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1961 y desde entonces se ha dedicado al tratamiento de las personas con obesidad y sus familiares, y a la capacitación de profesionales en dicha especialidad.
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Creó y dirige instituciones como la Clínica de Nutrición y Salud, Dieta Club (grupos profesionales para adelgazar) y Fundación ALCO (grupos de autoayuda), con actividad en gran parte de Argentina y en varios países del mundo.
También fundó el Instituto Argentino de Alimentos y Nutrición (IAAN) y la carrera oficial de Instructor en Salud, Alimentación y Actividad Física, de nivel universitario. El médico ha publicado y presentado cerca de cien trabajos científicos en revistas y congresos internacionales, y es miembro de diversas sociedades científicas nacionales e internacionales.
Ha escrito más de 40 libros, la mayoría de educación para la salud, y actualmente dirige la revista "Vivir Mejor”. Además, ha participado en numerosos programas de televisión y radio, como "Cuestión de Peso", donde brindó consejos y seguimiento a las personas que quieren bajar de peso.
Pero el nutricionista no solo se destaca por su labor médica y comunicacional, sino también por su afición al baile, que practica desde hace más de 50 años. Su abuelo, Jules Cormillot, que había llegado a Buenos Aires desde Francia en 1890, era un bailarín de tango y le transmitió su amor por este género.
Cuestión de herencia
Alberto Cormillot aprendió a bailar tango con su abuelo y luego con maestros como Antonio Todaro y Miguel Ángel Zotto. También se inició en el tap, un estilo de baile que combina el ritmo de los pies con la música, y que le permite ejercitar su coordinación y memoria. El médico no solo baila por placer, sino también por salud. Según él, el baile es una forma de mantenerse activo, joven y feliz.
Además, el baile le ha permitido conocer a su actual esposa, Estefanía Pasquini, una nutricionista 48 años menor que él, con quien se casó en 2019 y tuvo a su tercer hijo, Emilio, en 2021. El nutricionista nunca dejó de bailar tango y tap y sigue sorprendiendo con su energía, su optimismo y su capacidad de reinventarse. Su historia es una inspiración para todos los que quieren vivir más y mejor.