Alberto Cormillot entiende que la sal es un condimento que se usa para dar sabor y conservar los alimentos, pero que también tiene un impacto en la salud. El componente principal de la sal es el sodio, un mineral que es necesario para el equilibrio de los líquidos y la transmisión de los impulsos nerviosos en el organismo.
Alberto Cormillot ratificó que cuando se consume sal en exceso, el sodio se acumula en la sangre y provoca una serie de problemas. Uno de los principales problemas que puede surgir por el consumo de sal en exceso es la hipertensión arterial, que es el aumento de la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias.
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La hipertensión es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular o la insuficiencia cardíaca. También puede dañar otros órganos, como los riñones, los ojos o el cerebro. ¿Por qué el exceso de sal provoca hipertensión? La respuesta está en la relación entre el sodio y el agua.
Cuando hay más sodio en la sangre, el cuerpo trata de diluirlo atrayendo más agua hacia el torrente sanguíneo. Esto hace que aumente el volumen de la sangre y, por tanto, la presión sobre las arterias. Además, el sodio puede alterar la elasticidad y el tono de las arterias, haciendo que se vuelvan más rígidas y estrechas.
La hipertensión es una enfermedad silenciosa, dice Alberto Cormillot, que muchas veces no presenta síntomas hasta que ya ha causado daños irreversibles. Por eso, es importante medir la presión arterial periódicamente y seguir las recomendaciones médicas para controlarla. Una de las medidas más efectivas para prevenir y tratar la hipertensión es reducir el consumo de sal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda consumir menos de 5 gramos de sal al día, lo que equivale a una cucharadita. Sin embargo, la mayoría de las personas supera esta cantidad, ya que la sal está presente en muchos alimentos procesados, como los embutidos, los quesos, las sopas, las salsas, los snacks o los panificados.
Fuente: Infobae
Un cambio radical
Alberto Cormillot asegura que es importante leer las etiquetas de los productos y elegir aquellos que tengan menos sodio. También se puede sustituir la sal por otras especias o hierbas aromáticas que realcen el sabor de los alimentos sin perjudicar la salud. El consumo de sal en exceso puede generar hipertensión arterial, una enfermedad que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves en el corazón, el cerebro y los riñones.
Para evitarlo, se recomienda limitar la ingesta de sal a menos de 5 gramos al día y optar por una alimentación variada y equilibrada, que incluya frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado, carnes magras y lácteos descremados. Así, se podrá disfrutar de una vida más saludable y plena.