El mate es la bebida nacional por excelencia no solo en Argentina, sino en el cono sur americano. Su influencia en la vida y las costumbres de varios países es notoria, al punto de que muchos no pueden salir de casa sin cebarse unos buenos mates para comenzar el día.
El mate puede cebarse de muchas formas, sin embargo, existen algunas características muy particulares que hacen a una buena cebada. De acuerdo a varios expertos del ambiente, pero también de Institutos de Certificación, hay maneras de acceder a una prueba perfecta.
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Según las normas del Instituto Argentino de Normalización y Certificación (antiguamente llamado Instituto de Racionalización Argentino de Materiales: IRAM) existen procedimientos para los productores en cuanto a determinación de perfiles de sabor y aroma.
Para establecer correctamente los perfiles de sabor y aroma de la yerba mate se necesitan ciertos materiales y una técnica muy precisa. El agua debe estar perfectamente equilibrada a unos 72°C. Después, se colocan 40 gr de yerba en el mate a una inclinación de 45°.
La yerba se humedece con agua a temperatura del ambiente y una vez que se ha hinchado, se coloca la bombilla y se ceba con el agua a temperatura mencionada líneas arriba. Sin embargo, el primer mate no se bebe y debe ser descartado, según los profesionales, y se beben los 5 siguientes por clase de yerba.
Por otro lado, según normas IRAM, el mate debe beberse hasta el “rezongo” es decir, el clásico ruido que hace cuando ya se ha bebido el agua en su totalidad o casi en su totalidad. De esta manera se debe hacer siempre que se prepare un mate de acuerdo a los especialistas en la materia.
Dulce o amargo
Una gran encrucijada se ha creado alrededor de todos los que gustan del mate en cuanto a cómo debe degustarse: dulce o amargo. Aunque las aguas se han dividido en torno a este peliagudo tema, lo cierto es que dependerá de muchos factore y no se puede decir que uno es mejor que el otro.
De acuerdo a los gustos personales, el mate puede ser adicionado con azúcar, hierbas, miel o cualquier otro endulzante. Esto no quiere decir que es la forma correcta o que el amargo es mejor. Lo único que importa es degustarlo con amigos, familia o como parte de un agradable momento.