La dieta vegana ha tomado más visibilización por estos días, siendo un modelo de alimentación que se basa en ingerir alimentos que provengan de plantas y ninguno derivado de origen animal. Sin embargo, hace falta tener en cuenta ciertos aspectos para que pueda ser completamente saludable.
La dieta vegana puede tener diversos motivos, ya sean ambientales, éticos o de salud, pero más allá de lo que no anime a seguirla, es recomendable seguir algunos consejos que compartiremos en esta nota y que te serán de gran ayuda si recién estás comenzando en este camino.
Te podría interesar
El mayor temor al comenzar una dieta vegana es caer en un déficit nutricional al no poder ingerir alimentos como carnes, huevos, lácteos, miel, entre otros, que suelen aportar el calcio, vitaminas y nutrientes que el organismo necesita para su correcto y normal funcionamiento.
Alimentos frescos: lo principal a tener en cuenta a la hora de comenzar a planificar una dieta vegana, es que las comidas se basen en alimentos frescos y no en procesados, pues la mayoría de estos suelen contener grasas trans, azúcares, sodio, aditivos, entre otras cosas que no son buenas para la salud.
Cocinar en el hogar: lo más apto es cocinar en la tranquilidad del hogar, pudiendo elegir la comida que más nos guste, como así también las recetas y los ingredientes. Lamentablemente, para comer fuera de casa, aún no existen muchas opciones buenas que realmente valgan la pena.
Raciones de frutas y verduras: al adentrarse en la dieta vegana no hay que olvidar colocar un límite en la ingesta de las frutas y verduras, que si bien son excelentes opciones, los expertos aconsejan que sean cinco las raciones de frutas y verduras que se coman en el día.
Más consejos
Proteínas: asegurar la ingesta de proteínas para derribar el mito de que los vegetales no aportan la proteína necesaria. Si estás siguiendo una dieta vegana te aconsejamos ingerir: tofu, seitán, habas, frijoles, tempeh, lentejas, soja texturizada, pasta de maní, arroz salvaje, etc.
Cocción: este paso es fundamental a la hora de catalogar la dieta como saludable o no, pues si la comida se fríe, lo único que aportamos al organismo son calorías y grasas que no necesitamos, mientras que al cocinarlas al horno, plancha o vapor, las comidas se vuelven más ligeras y saludables.