La receta de los caldos en cubos, si bien es cierto que se puede hacer casera y natural, nació y se originó en la época del proceso de industrialización, donde, a través de nuevas tecnologías, hubo un cambio importante en la preparación de alimentos.
Esta receta mejorará nuestra alimentación e incluso cuidará nuestro bolsillo, ya que muchos de nosotros, por no generalizar, utilizamos caldos de verduras procesados y comerciales que se venden en cualquier supermercado
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También resulta importante señalar que los caldos en cubos, que utilizamos para nuestros platos, se han presentado de tal manera para ser mucho más útiles, fáciles y de rápida acción, sin necesidad de recurrir a la cocción de verduras.
No obstante, si bien son más rápidos de utilizar, al mismo tiempo son alimentos procesados que, como bien aparece en las etiquetas nutricionales, generalmente tienen un exceso en sodio, por la cantidad de conservantes dañinos que conllevan.
Por esta misma razón, hemos elegido traerte la receta fácil y sencilla para un caldo casero que, además de cuidar tu economía, te hará la vida mucho más simple y cuidará tu salud, sin generar u ocasionar problemas a corto o largo plazo.
Necesitaremos, para esta receta, los siguientes vegetales: 2 cebollas, 1 pimiento o morrón rojo, 4 dientes de ajo, 1 puerro, un puñado de perejil, un puñado de albahaca, agua, sal y pimienta al gusto. Recuerda que puedes sumar más verduras.
Ahora sí, primero deberemos cortar todos nuestros vegetales en cuadrados medianos, ni muy chicos, ni muy grandes. Colocar todas las verduras en una olla con apenas un vaso de agua, se puede cambiar por vino.
Una vez que hayan largado su líquido, recuerda que la temperatura debe media, quitar la tapa y dejar que se evapore todo. Tardará al menos 2 horas en realizar este proceso. Cuando este paso esté listo, llevar las verduras a una procesadora.
Finalizar
Mixear hasta obtener una pasta concentrada. Como aún las verduras tienen líquido, volveremos a colocarla en la olla para cocinar al mínimo, sin dejar de revolver para evitar que se pegue en el fondo y tome un gusto amargo.
Retirar una vez que se haya escurrido por completo y dejar enfriar. Cuando esté a temperatura ambiente, colocar en un frasco grande para ir retirando de a cucharadas o volcar en una cubetera de hielo para tener caldos individuales. Listo, más sano y más económico.