El jueves 30 de noviembre, para el dólar blue, fue una jornada de significativa mínima y de leve alza para el dólar oficial. El blue, que se negocia en el mercado informal, perdió $30 y se ubicó en $905 para la compra y $925 para la venta, según el relevamiento de Ámbito Financiero.
La brecha entre el dólar blue y el oficial, que había llegado a superar el 150%, se redujo a 138.58%, según el portal Dólar Hoy. El mismo sitio de finanzas tiene en sus pizarras la cotización de este viernes 1 de diciembre. El paralelo cotiza a $885 para la compra y $905 para la venta.
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El dólar oficial, que se rige por el Banco Central, subió $0,13 y cerró en $355,97 para la compra y $375,38 para la venta, según la cotización promedio de las entidades bancarias. El dólar tarjeta y el dólar turista, que incluyen el impuesto PAIS del 30% y la percepción del 35% a cuenta de Ganancias, se mantuvieron en $957,22, según el BCRA.
El dólar MEP y el dólar CCL, que se operan en la bolsa de valores, también registraron mermas. El dólar MEP, que se obtiene al comprar y vender bonos en pesos, cayó $39,24 y se situó en $967,36, El dólar CCL, que se consigue al comprar y vender acciones o bonos en dólares, retrocedió $28,96 y se ubicó en $931,04.
Fuente: Dólar Hoy.
La cotización del dólar afecta a la economía argentina de diversas maneras, tanto positivas como negativas, dependiendo de varios factores. Inflación: el dólar es una moneda de referencia para muchos bienes y servicios que se importan o se producen localmente con insumos importados.
Por lo tanto, cuando el dólar sube, también aumentan los precios de estos bienes y servicios, lo que genera inflación. Competitividad: el dólar también influye en la competitividad de las exportaciones argentinas, que son una fuente importante de ingresos de divisas.
Rebote
Cuando el dólar sube, las exportaciones se vuelven más baratas y atractivas para los compradores extranjeros, lo que favorece el saldo comercial y las reservas internacionales. Sin embargo, cuando el dólar merma, las exportaciones se encarecen y pierden competitividad, lo que perjudica el comercio exterior y las reservas.
El dólar también tiene un efecto psicológico sobre la economía argentina, ya que refleja el grado de confianza o desconfianza de los agentes económicos. Cuando el dólar sube, se genera incertidumbre y temor a una crisis, lo que lleva a la fuga de capitales, la caída de la actividad y el aumento del riesgo país. Cuando el dólar merma, se genera expectativa y optimismo, lo que estimula el ingreso de capitales, el crecimiento económico y la mejora del clima financiero.