Adabel Guerrero ha ganado una gran popularidad en el mundo del espectáculo desde que decidió formar parte del "Bailando por un sueño", donde supo ganarse al cariño y la admiración del público por su talento en el ámbito del baile.
Sin embargo, en los últimos años, Adabel Guerrero ha decidido mantener una postura más reservada en su vida, alejándose parcialmente la pantalla chica y, por ende, de todas las polémicas que pudieran aparecer en torno a su nombre.
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Si bien es verdad que actualmente la bailarina se halla ciento por ciento enfocada en su trabajo, ha decidido hacer énfasis en el momento más difícil y complicado que le tocó atravesar en la vida, donde, según aseguró, había llegado a su límite máximo.
Según el testimonio de Adabel Guerrero, quien recordó una de las etapas más oscuras, contó que existió una situación determinante en su vida que la llevó a reflexionar sobre lo que estaba haciendo y a tomar la decisión de medicarse con antidepresivos.
Lejos de llamarse al silencio, la bailarina contó su historia para generar consciencia en sus seguidores e incitar al pedido de ayuda. Fue, entonces, cuando empezó con su historia: "Estaba muy irritable e iracunda. Iba manejando y, aunque no tenía horarios por cumplir, igual corría".
"Estaba muy nerviosa y me he llegado a subir a la vereda por un auto que no me dejaba pasar. También había días en que no me podía levantar de la cama del cansancio. Ahí me di cuenta de que ya no estaba bien", contó Adabel Guerrero sobre sus altibajos.
Toda la verdad
"Sentía que estaba triste, que perdía algo, claramente era mi familia. Tenía un vacío muy profundo en el pecho. Me tuve que pedir un día en el trabajo para frenar. Le pedí a mi psiquiatra que me medique porque no podía sola. Me dio una para poder estabilizar mis estados de ánimo", afirmó.
"Esto fue un año y dejé la medicación hace dos semanas. Ya lo atravesé, no lo iba a contar en el momento que estaba el problema. Ni a mi marido le dije, porque en un punto te autoetiquetas en un lugar. Es difícil salir de ahí", reflexionó Adabel Guerrero, quien se percibe mucho mejor.