Benjamín Vicuña es un actor chileno de cine, teatro y televisión, conocido por sus trabajos en Argentina, Chile y España. Pero además de su talento artístico, Vicuña se destaca por su compromiso y sensibilidad con los problemas y desafíos que afectan a la infancia, especialmente en los contextos más vulnerables y conflictivos. Su vínculo con Unicef comenzó en 2004, cuando se convirtió en “Amigo de Unicef” y participó en diversas campañas y eventos a favor de los derechos de los niños, niñas y jóvenes.
Cuatro años después, en 2008, fue nombrado Embajador de Unicef, asumiendo un rol más activo y representativo en la defensa y promoción de las causas de la organización. Desde entonces, Benjamín Vicuña ha colaborado con Unicef en múltiples iniciativas, tanto a nivel nacional como internacional, abordando temas como la educación, la salud, la nutrición, la protección, la emergencia y la participación infantil.
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Algunos ejemplos de su labor solidaria son: En 2009, viajó a Haití para conocer la situación de los niños y niñas afectados por el terremoto que devastó el país y apoyar la respuesta humanitaria de Unicef. En 2010, participó en la campaña “Un sol para los chicos”, en Argentina, junto a otros artistas y personalidades, para recaudar fondos para los programas de Unicef en el país. En 2011, se sumó a la campaña “Todos por la educación” en Chile, que buscaba mejorar la calidad y la equidad de la educación pública, y movilizar a la ciudadanía en torno a este derecho.
En 2012, Vicuña visitó el campamento de refugiados de Dadaab, en Kenia, donde se alojaban miles de familias que habían huido de la hambruna y la violencia en Somalia, y pudo constatar el trabajo de Unicef para brindarles asistencia y protección. En 2013, se involucró en la campaña “Amigos por el mundo” de Disney y Unicef, que tenía como objetivo concientizar y motivar a los niños y niñas a tomar acciones positivas para el medio ambiente y la sociedad.
En 2014, Benja se unió a la iniciativa “Frío Cero” de Unicef y el Ministerio de Desarrollo Social de Chile, que consistía en entregar kits de abrigo e higiene a los niños y niñas que vivían en situación de calle o en albergues durante el invierno. En 2015, formó parte de la campaña “No pierdas la señal” de Unicef y Movistar, que buscaba prevenir y combatir el acoso escolar, a través de la sensibilización, la educación y el uso responsable de las tecnologías.
Hace unas horas, el actor habló del trabajo que realizó en 2017, cuando viajó a Palestina como embajador de Unicef, para conocer la gestión y el desarrollo del Teatro de la Libertad en Jenin, fundado por el israelí Juliano Mer Khamis, que era un espacio de integración y reconciliación entre palestinos e israelíes, a través del arte y la cultura. “Hoy ese lugar ya no existe, como no existen los sueños de esos niños. No puedo ni tengo el valor para averiguar si los niños y niñas que conocí y con los que jugamos están hoy con vida”, escribió.
Triste realidad
“No creo en esa grieta chantaje ideológico donde uno deba tomar partido. Está claro que, guardando las distancias, se puede pensar y opinar con matices”, mencionó Benjamín Vicuña condenando todo lo que está sucediendo en Medio Oriente. “Conozco Israel y la necesidad de su legítima defensa, un pueblo hermoso que estoy seguro no avala muchas de las decisiones que están tomando sus autoridades”, agregó.
“Hay cosas que, por supuesto, nunca sabremos entender, el (repudio) y el dolor de alguien que pierde a un familiar en manos de un enemigo. Esto es algo atroz. Pero sí podemos entender que somos más los que no queremos que esto siga pasando. El pueblo no tiene la culpa. Y no hablo de ninguna de las dos narrativas antagónicas, habló de la historia del sentido común, la del mundo que hoy sólo pide PAZ”, completó.