Los perros son los mejores amigos del hombre, pero también son unos grandes dormilones. Según diversos estudios, los perros pueden pasar entre 13 y 18 horas al día durmiendo, lo que supone más de la mitad de su vida. ¿A qué se debe este comportamiento? ¿Es normal que los perros duerman tanto? ¿Qué factores influyen en el sueño de los perros? En este artículo intentaremos responder a estas y otras preguntas sobre el sueño canino.
Los perros parecen estar con sueño todo el tiempo. Pero cabe recordar que el sueño es una función vital para todos los seres vivos, ya que permite la regeneración de los tejidos, el fortalecimiento del sistema inmunológico, el equilibrio hormonal y el procesamiento de la información. Los perros, al igual que los humanos, tienen un ciclo de sueño compuesto por dos fases: el sueño ligero y el sueño profundo.
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En el sueño ligero, el perro está relajado pero alerta, y puede despertarse fácilmente ante cualquier estímulo. En el sueño profundo, el perro entra en la fase REM (movimientos oculares rápidos), donde se producen los sueños. En esta fase, el perro puede mover las patas, los ojos, las orejas o la cola, e incluso emitir sonidos como ladridos o gemidos.
Los perros suelen adaptarse al ritmo de sueño de sus dueños, por lo que es importante respetar sus horarios y no interrumpir su descanso. Los perros también duermen más en invierno que en verano, ya que el frío les induce al sueño, mientras que el calor les provoca más estrés y cansancio.
La duración y la calidad del sueño de los perros dependen de varios factores, entre los que destacan los siguientes: Los cachorros y los perros ancianos suelen dormir más que los perros adultos, ya que necesitan más energía para su crecimiento y su salud. Los cachorros pueden dormir hasta 18 horas al día, mientras que los perros mayores pueden llegar a las 16 horas. Los perros adultos, en cambio, suelen dormir unas 13 horas al día, repartidas entre la noche y las siestas diurnas.
Algunas razas tienen una mayor tendencia al sueño que otras, debido a su genética, su tamaño o su nivel de actividad. Por ejemplo, los perros de razas grandes o gigantes, como el mastín, el san bernardo o el gran danés, suelen dormir más que los perros de razas pequeñas o medianas, como el chihuahua, el yorkshire o el beagle. También los de razas braquicefálicas, es decir, con el hocico chato, como el bulldog, el pug o el pequinés, tienden a dormir más, ya que suelen tener problemas respiratorios que les dificultan el descanso.
Por el contrario, los de razas activas o de trabajo, como el border collie, el pastor alemán o el labrador, suelen dormir menos, ya que necesitan más estímulos físicos y mentales para mantenerse en forma. El lugar donde duerme el perro, así como las condiciones climáticas, también influyen en su sueño. Los perros necesitan un espacio cómodo, tranquilo, limpio y seguro para dormir, donde no haya ruidos, luces o temperaturas extremas que les molesten.
Sueños
El sueño de los perros puede verse alterado por diversos problemas de salud, tanto físicos como psicológicos. Si el perro duerme más de lo normal, puede ser un signo de que está enfermo, deprimido, dolorido o intoxicado. Algunas de las enfermedades que pueden afectar al sueño de los perros son la diabetes, la anemia, la artritis, el hipotiroidismo, la leishmaniosis o el moquillo. Si el perro duerme menos de lo normal, puede ser un indicio de que está ansioso, nervioso, estresado o con insomnio.
Algunas de las causas que pueden provocar estos trastornos son los cambios de hogar, la falta de ejercicio, el aburrimiento, el ruido, la soledad o el síndrome de disfunción cognitiva, que afecta a los perros mayores y se caracteriza por la pérdida de memoria, la desorientación y la alteración del sueño. En cualquiera de estos casos, es recomendable consultar con el veterinario para descartar o tratar cualquier problema de salud que pueda estar afectando al sueño del perro.