Un hogar organizado es el reflejo del equilibrio que existe en las personas que lo habitan, y esto implica desde la ambientación, el orden y la distribución que se realiza en cada uno de los ambientes.
Un hogar donde los espacios están recargados de objetos que no se utilizan, espacios sin limpiar y cosas fuera de lugar, genera una tensión que repercute en el estado de ánimo de las personas que conviven.
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Mantener el equilibrio del hogar implica organizar cada uno de los espacios, no importa si esto se distribuye en uno o varios ambientes, la clave está en conservar aquello que es útil y descartar aquellas cosas a las que no le damos uso y ocupan espacio.
También es importante la ambientación, este punto está vinculado a los objetos de decoración que se utilizan y a los colores que se aplican tanto en las paredes como en los pisos del hogar, los cuales definen cuestiones como la luz y la amplitud.
Las tonalidades claras siempre contribuyen a generar espacios iluminados, frescos y permiten resaltar los muebles, objetos y accesorios que se incluyen en la decoración de cada uno de los ambientes. La incorporación de plantas es fundamental para armonizar cada rincón.
En cuanto a los objetos, es fundamental realizar una revisión, selección y análisis de cada uno, para determinar de esta manera si realmente deben ocupar un lugar el hogar o si ya tiempo de descartarlos para así generar espacios más amplios y menos recargados.
Estilo
En los últimos años, la decoración minimalista pasó a ser una de las más elegidas, debido a que esta permite tener en el hogar espacial más amplios, luminosos y funcionales, donde los detalles son mínimos pero muy precisos.
Si bien este estilo cuesta aplicarlo en hogares donde hay muchos integrantes, si está entre tus planes sumarlo a tu casa, puedes enfocarte en uno de los ambientes como el comedor o el living, para tener una mayor armonía en estos espacios comunes.