Alejandro Fantino es uno de los conductores más reconocidos y polémicos de la televisión argentina. Con una trayectoria de casi 30 años, ha pasado por diversos géneros y formatos, desde el periodismo deportivo hasta el entretenimiento, pasando por la política y la actualidad. Su carrera comenzó en 1992, cuando ingresó a Radio Mitre como relator de la campaña de Boca Juniors, reemplazando a Héctor Caldiero. Desde entonces, se fue ganando un lugar en los medios, tanto en radio como en televisión, donde condujo programas exitosos como Mar de fondo, Animales sueltos, El show del fútbol, Fantino a la tarde y ESPN FC Show, entre otros.
Alejandro Fantino, además de su labor como conductor, también se ha destacado como empresario y productor. Ale se caracteriza por su estilo frontal, descontracturado y provocador, que lo ha llevado a protagonizar varios cruces y polémicas con sus invitados, panelistas y colegas. No tiene filtros para expresar su opinión sobre los temas más candentes de la agenda pública, y tampoco se guarda nada a la hora de contar detalles de su vida privada.
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Sin embargo, su éxito no siempre se ha visto reflejado en el rating, el indicador que mide la audiencia de los programas de televisión. En varias ocasiones, Fantino ha tenido que enfrentarse a la competencia de otros ciclos que le han arrebatado el liderazgo de su franja horaria. Pero lejos de rendirse o conformarse, el conductor ha sabido reinventarse y buscar nuevas propuestas que lo mantengan vigente y desafiante.
Uno de los casos más emblemáticos y recientes fue el de “La última cena”, el programa que conduce por El Nueve, y que intentó destronar al habitual líder de los sábados, “PH, Podemos Hablar”, conducido por Andy Kusnetzoff por Telefe. Fantino apostó por un formato que combinaba el debate de temas de actualidad con la degustación de platos gourmet, y que contaba con la participación de invitados de diversos ámbitos, como el deporte, el espectáculo, la política y la cultura.
A pesar de su originalidad y calidad, a “La última cena” le costó los primeros programas lucirse en el rating, cuando quedó relegado al tercer puesto, por debajo de Telefe y El Trece. Según las mediciones de Ibope, el programa de Fantino no alcanzó los 3 puntos de promedio, y tuvo picos de 2.7 puntos. En cambio, el programa de Kusnetzoff se mantuvo por encima de los 7 puntos, siendo lo más visto del sábado. Fantino no se dejó amedrentar por los números, y siguió adelante con su proyecto, que tuvo momentos memorables, como la entrevista a Javier Milei.
Además, el conductor recibió el apoyo de sus colegas y de su público, que valoraron su propuesta y su profesionalismo. Otro ejemplo de la actitud de Fantino frente al rating fue el de “Intratables”, el programa de debates políticos que condujo en 2021 por América TV, reemplazando a Fabián Doman. Ale asumió el desafío de liderar uno de los ciclos más emblemáticos y polémicos de la televisión, que había sufrido una merma de audiencia en los últimos años.
Crítica
“Yo creo que la atención de lo que viene la vamos a llamar con buenos contenidos. Por eso se le va a complicar a la tele. Se nos va a complicar si nos siguen tirando los tres no: esto no mide, esto no interesa, esto no lo van a entender. Esos son los tres no que a mí me terminaron echando de un canal”, admitió recientemente Alejandro Fantino dejando en claro, una vez más, que las mediciones de Ibope dejan sin cabeza a más de un conductor.
Alejandro Fantino es un conductor que desafía al rating, y que no se conforma con lo establecido. Con su carisma, su talento y su personalidad, se ha ganado el respeto y el afecto de su público, que lo sigue fielmente en cada uno de sus proyectos. “El oficio no tiene una técnica que se pueda repetir. El zapatero de oficio, el que te hace un poncho de oficio en Cafayate, Salta, y lo hace en su telar, es diferente al poncho que te pueda hacer Cardón en una empresa donde te saca un poncho seriado. Entonces, yo creo el arte de conducir televisivamente es una cuestión artesanal”, reconoció sobre el oficio de conducir.