Pampita es una de las modelos más importantes de nuestro país y desde hace algunos está instalada en las costas de México, donde no solo ha estado trabajando con una importante marca de perfumes, sino que también logró llevarse la atención de todos con sus imponentes looks veraniegos para recorrer la ciudad.
Las redes sociales han sido testigo de los eventos en los que ha participado Pampita junto a la marca Jean Paul Gaultier. En esta oportunidad ha viajado como representante nacional y también ha sabido sorprender a todos con los asombrosos looks veraniegos que lucido para realizar sus actividades en el lugar.
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Su viaje a Puerto Escondido le ha significado ausencias en su rol como jurado del “Bailando 2023”, por lo que tuvo que abandonar su silla y darle paso a un reemplazo elegido por la producción del programa, entre las primeras opciones estaba el nombre de Aníbal Pachano, pero después se sumó la querida Paula Chaves.
Por su parte, la modelo sigue adelante con sus proyectos laborales y ha utilizado su cuenta personal de Instagram para compartir sus elecciones en indumentaria, entre ellos ha destacado un total look rojo, un vestido cebra y también hubo muchos elogias hacia el conjunto veraniego con el que se dejó ver.
En esta oportunidad, se la pudo ver con un look de verano en tono marrón claro, el mismo está realizado en una tele especial con detalles de brillos, además sumó un kimono en color beige con flecos y un sombrero que hacía Match.
Las reacciones por parte de los millones de fanáticos de Pampita no se hicieron esperar, en cuestión de pocas horas logró acumular más de 88.000 reacciones en la publicación. También hubo cientos de comentarios elogiando su belleza y pidiendo los detalles de las marcas que ha elegido para comprar su indumentaria.
Momento de calma
Ha pasado una semana desde que Pampita se organizó para poder cumplir uno de sus tantos compromisos de fe, en esta oportunidad decidió sumar a los peregrinos que caminan hasta la Basílica de la Virgen de Luján, por lo que no dudó en aventurarse junto a un grupo de amigas y sus hijos.
En algunas estaciones la esperaba su esposo, Roberto García Moritán, para asistirle con agua, alimento y acercando a sus hijos, por lo que momento más tarde logró concretar esta promesa que lleva algunos años haciendo, puesto que desde la llegada de su hija Ana, ha estado muy devota a la fe y la religión que eligió para su vida.