“Por su alto contenido en agua (90%) y fibra y por su (poco) aporte calórico, es una hortaliza ideal para incorporar en los planes de adelgazamiento gracias a su poder de saciedad. Gracias a su contenido en potasio, (la ingesta) regular de berenjena, además, regula la presión arterial”, comenzó diciendo Alberto Cormillot en una reciente publicación en IG.
“También aporta betacarotenos y fitoquímicos (antocianina). La antocianina presente en la berenjena: Contribuye al mantenimiento de la función cerebral. Preserva las funciones del sistema inmune. Ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Neutraliza los radicales libres que (generan) el envejecimiento celular”, destacó Alberto Cormillot.
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A su vez, el médico especializado en nutrición, realizó un llamado de atención sobre esta hortaliza. “Conviene evitar su (ingesta) en caso de diarrea por su alto contenido en fibra. También deben evitarla quienes tienen: Enfermedad diverticular. Cálculos renales: debido a su contenido en oxalato, cristal responsable de la mayoría de las piedras”, sentenció.
La berenjena es una verdura sin almidón o (poca) en carbohidratos. Una porción de una taza, contiene sólo 5 gramos de carbohidratos y sólo 2,5 gramos de carbohidratos netos. Además de favorecer la salud digestiva y la regularidad intestinal, la fibra de berenjena ayuda a regular los niveles de azúcar e insulina y favorece la pérdida de peso al aumentar la sensación de saciedad.
También es un excelente relleno, en tartas, por ejemplo, cuando se reduce la ingesta de otros alimentos ricos en carbohidratos. Formas de aprovechar la berenjena: al cocinar berenjenas, trate de incluir la piel, que es completamente comestible, con la mayor frecuencia posible, ya que contiene muchos de los nutrientes beneficiosos.
Cómalas como guarnición, agréguelo a ensaladas o mezcle con espaguetis de calabaza acompañados de albahaca fresca. Corte la berenjena en rodajas gruesas y cocínela a la parrilla, junto con otras verduras, como pimientos morrones y cebolla. Ase las berenjenas, en el horno, sobre una bandeja para horno, untadas o rociadas con un poco de aceite de oliva.
¡A comer!
Cuando se hornean en rodajas más finas, se pueden usar rodajas de berenjena en lugar de fideos para hacer lasaña vegetal. Las sobras de berenjena asada se pueden picar y hacer puré (piel y todo) con una salsa hecha con ajo, jugo de limón, pimienta y comino. En su cuenta de Instagram, Alberto Cormillot posee una infinidad de recetas que puedes hacer utilizando berenjenas.
La berenjena también es un excelente complemento para saltear. Y si eres un comensal aventurero, intenta incorporar berenjenas en postres, como pastel de berenjenas o budín de "pan" de berenjenas, sin pan. ¡Se creativo! Por si no lo sabías, una buena cantidad de personas preparan berenjenas a la napolitana. Si, con el mismo proceso de una milanesa de carne.