El cuidado facial se ha convertido en un desafío para muchas personas, en especial para aquellas que buscan un cutis joven y radiante sin recurrir a tratamientos invasivos, como suelen ser el caso de procedimientos quirúrgicos o de láser. Por eso mismo, también buscando opciones que se amolden a nuestro presupuesto, te contaremos del retinol.
Teniendo en cuenta los detalles mencionados y para evitar daños que puedan afectar nuestro cutis, mencionaremos y destacaremos los beneficios del retinol. Para aquellos que no están familiarizados con este producto, aporta numerosos beneficios y promueve la apariencia radiante de nuestro rostro.
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Antes de seguir, es necesario que, además de utilizar el retinol, podamos establecer una rutina de limpieza e hidratación que se adapte a todas las necesidades de nuestra piel, ya sea seca, grasa o mixta, puesto que esto será la base para lograr un rostro con aspecto saludable.
En cuanto a los beneficios del retinol, este compuesto lo que busca es reducir las arrugas que aparecen en nuestro rostro, principalmente aquellas que surgen de nuestras expresiones faciales, además de minimizar manchas o marchas que solemos tener por los daños ocasionados por el sol.
Aunque es bastante común hallar retinol en diferentes productos de cosmetología, en concentraciones bastante leves, también se puede utilizar el activo puro. Sin embargo, es sumamente necesario aclarar que se debe incorporar a la rutina con mucha precaución, ya que puede tener efectos adversos.
Este producto no puede combinarse con exfoliantes o limpiadores agresivos, tampoco con ácido salicílico o glicólico, puesto que, de hacerlo, irritará nuestra piel y podría generar brotes que perduren por semana. Es recomendable aplicarlo de manera progresiva, 1 vez cada 4 días, e ir descendiendo la diferencia hasta acostumbrar la piel.
Cuidado
Cualquier producto que contenga retinol, ya sea algún serum o la fórmula pura, debe ser aplicado exclusivamente por la noche. Esto no solo acelerará su acción, sino que también evitará posibles daños, manchas o enrojecimientos que pueden ser causados por la exposición al sol.
En temporada de verano, se recomienda el uso de poca concentración de retinol, ya que por la sensibilidad, ante el intenso calor, puede ocasionar afecciones cutáneas. Cuando nuestro cutis se haya adaptado y acostumbrado, podemos modificar nuestra rutina, alternando productos y sin recurrir al descanso. No debemos olvidarnos del protector solar y de su retoque cada 2 horas.