En los últimos años, el Feng Shui ha ido adquiriendo un importante lugar en nuestra vida cotidiana, ya que es considerado una práctica china que busca la armonía y el equilibrio, tanto en nuestra salud mental como en la física.
Según la traducción, Feng Shui no significa más que “viento y agua”, lo que implica que la energía debe fluir, al igual que lo hacen estos dos elementos, entre los objetos que nos rodean en los diferentes espacios en los que nos hallemos.
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Basándonos en la información que acabamos de mencionar, consideramos importante hablar de los objetos y elementos que no deben estar en tu habitación si es que buscas una energía que te proporcione paz, armonía y tranquilidad.
En primer lugar, el Feng Shui asegura que necesitamos recuerdos bonitos, felices y sanos para nuestra salud mental, por lo que será importante deshacernos de aquellos que nos brinden energías negativas, ya sea una foto, un cuadro o cualquier tipo de decoración.
Las plantas son grandes aliadas del Feng Shui, en especial las suculentas que decoran espacios con una agradable apariencia. Sin embargo, deberemos desechar aquellas que se han secado puesto que generará un ambiente triste y, por ende, la energía descenderá.
Una de las grandes representaciones de la escasez y del desequilibrio son las cosas rotas. Todo objeto que no sea útil debe ser retirado de la habitación ya que trasmiten energía negativa y de poco amor propio.
Más objetos
Otra de las cosas que debemos soltar, y resulta fundamental para la base de un buen equilibrio, es la ropa vieja que acumulamos en el armario. Para el Feng Shui esto significa pobreza y coloca una enorme barrera en lo nuevo que queremos recibir.
Para un mejor descanso y un sueño reparador, el Feng Shui recomienda tomarse el tiempo necesario para ordenar la habitación, esto nos generará tranquilidad y armonía. Para mayor satisfacción podemos agregarle un perfume de nuestro agrado.