El desayuno es la primera comida del día y, según los expertos, una de las más importantes. Después de pasar varias horas sin ingerir alimentos durante el sueño, el organismo necesita reponer energía y nutrientes para afrontar el día con vitalidad. Sin embargo, muchas personas se saltan el desayuno o lo hacen de forma incompleta o poco saludable, lo que puede tener consecuencias negativas para la salud. Estefanía Pasquini nos cuesta que se puede hacer.
Los beneficios de un desayuno saludable son numerosos y variados, dice Estefania Pasquini. Según diversos estudios, tomar un desayuno equilibrado y suficiente puede mejorar el estado nutricional, el rendimiento físico e intelectual, el control del peso, la prevención de enfermedades crónicas y el estado de ánimo. Veamos algunos de estos beneficios con más detalle:
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Un desayuno saludable debe aportar entre el 20% y el 25% de las calorías totales del día y contener alimentos de los diferentes grupos: lácteos, cereales integrales, frutas y proteínas. De esta forma, se asegura una ingesta adecuada de vitaminas, minerales, fibra y otros compuestos beneficiosos para la salud. Los alimentos que se comen a esta hora proporcionan glucosa, que es el principal combustible del cerebro y los músculos.
El desayuno influye positivamente en la capacidad de concentración, memoria, aprendizaje, creatividad y resolución de problemas. Asimismo, mejora la resistencia al ejercicio físico y previene lesiones o calambres. Estos efectos se deben a que el desayuno mantiene los niveles óptimos de glucosa en el cerebro y los músculos. Además, ayuda a regular el apetito y a evitar el picoteo entre horas o el consumo excesivo de alimentos en las comidas posteriores.
También, favorece la quema de calorías al estimular el metabolismo. Por el contrario, saltarse el desayuno puede provocar un aumento de peso al alterar el balance energético y hormonal. Un desayuno saludable contribuye a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesidad o cáncer. Esto se debe a que un desayuno equilibrado contiene alimentos que aportan antioxidantes, fibra, fitoquímicos y otros compuestos que protegen la salud del corazón, y otras células.
Desayunar bien también tiene un impacto positivo en la salud emocional. Al proporcionar energía y nutrientes al cerebro, el desayuno favorece la producción de neurotransmisores como la serotonina o la dopamina, que están relacionados con el bienestar, la felicidad y la motivación. Además, desayunar en compañía puede reforzar los vínculos sociales y familiares.
Los desayunos de Estefi
“Les pasa despertarse con más apetito algunas veces con ganas de comer lo que haya al paso o en el desayuno. Más allá de revisar que pasó en las comidas anteriores para evaluar porque llegamos con apetito, es bueno también hacer una selección de lo que vamos a comer. ¿A qué me refiero? si estoy con apetito, seguramente unas galletitas con mermelada, no me van a saciar demasiado”, escribió Estefanía Pasquini.
“Pero si voy por alimentos que tarden en digerirse, no voy a necesitar comerme todo para lograr la saciedad. Ejemplo: Infusion, si es con leche mejor, da más saciedad gracias a sus proteínas. Si eleijo pan, que sea integral, gracias a sus fibras lograremos estar saciados más tiempo. Agregar proteínas que tardan en digerirse o fibras, de qué modo. Por medio del huevo, queso, algún fiambre magro como jamón cocido o pastrón, o ir por las frutas, sabiendo que, si dejo su piel, semillas, cáscaras, me aportarán más fibras. Ahora si, a desayunar”, detalló.