El dulce de leche es un producto lácteo que se obtiene al cocer leche con azúcar, y que se utiliza como ingrediente o relleno de diversos postres. Su origen es incierto, pero se cree que se originó en Sudamérica, donde se consume en países como Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Perú, Colombia y Venezuela. Alberto Cormillot acaba de contar algunas verdades sobre este manjar.
“¡Hoy celebramos el Día del Dulce de Leche! Este icónico manjar argentino es mucho más que un simple ingrediente culinario. Es un símbolo de nuestra cultura y tradición, un abrazo dulce que nos reconforta en los momentos más especiales de la vida”, escribió Alberto Cormillot, en su cuenta de Instagram, recordando la fecha en que este dulce es recordado.
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También se conoce con otros nombres como manjar, arequipe o cajeta, según el país y la región. El dulce de leche tiene un sabor dulce y cremoso, y una textura suave y pegajosa. Su color es marrón claro, debido a la caramelización de los azúcares durante la cocción. Su composición varía según el tipo de leche, el grado de concentración y la adición de otros ingredientes como vainilla o bicarbonato.
Según la tabla nutricional de Todo Alimentos, 100 gramos de dulce de leche aportan 315 calorías, 7,35 gramos de grasa (de los cuales 4,52 son saturados), 29 miligramos de colesterol, 129 miligramos de sodio, 55,4 gramos de carbohidratos (de los cuales 49,74 son azúcares), 6,84 gramos de proteínas y 0 gramos de fibra. Aunque no lo parezca, el dulce de leche es un manjar que puede aprovecharse ocasionalmente como parte de una dieta variada y equilibrada.
Además, contiene algunas vitaminas y minerales como calcio, fósforo, potasio, magnesio, vitamina A, vitamina C y vitamina B5. El dulce de leche es un alimento rico en energía y en calcio, lo que lo hace beneficioso para el crecimiento y el mantenimiento de los huesos y los dientes. También aporta proteínas de alto valor biológico, que contribuyen a la formación y reparación de los tejidos corporales.
Asimismo, contiene vitamina A, que favorece la salud de la piel y la visión; vitamina C, que refuerza el sistema inmunológico y ayuda a la cicatrización; y vitamina B5, que interviene en el metabolismo de los nutrientes y en la producción de hormonas. Sin embargo, el dulce de leche también tiene un alto contenido en azúcares simples y en grasas saturadas, lo que puede aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, caries dental y enfermedades cardiovasculares si se ingiere en exceso.
Recomendación
Se recomienda moderar su ingesta y preferir las versiones pocas en calorías y grasas. Además, se debe tener en cuenta que el dulce de leche puede contener lactosa, por lo que las personas intolerantes a este azúcar deben evitarlo o ingerirlo con precaución. Alberto Cormillot recomienda comer una sola cuchara de dulce de leche y en preferencia light.
En conclusión, el dulce de leche es un producto lácteo tradicional de Sudamérica que tiene un gran valor cultural y gastronómico. Su aporte nutricional es variable según su composición y preparación, pero en general es un alimento energético y rico en calcio y proteínas. No obstante, también tiene un alto contenido en azúcares simples y grasas saturadas, por lo que se debe comer con moderación y equilibrar con otros alimentos más saludables.